El presidente de Enron, una gigantesca compañía de comercialización de energía, Kenneth Lay, fue uno de los mayores contribuyentes a la campaña política del presidente George Bush, habiendo donado fondos para cada una de las campañas del mandatario.
La interrogante ahora es, si cuando Lay llamó a dos secretarios del gabinete antes de fin de año para decirles que Enron estaba en una profunda crisis financiera, estaba pidiendo que el gobierno le ayudara.
El secretario del Tesoro, Paul O’Neal, dijo a la cadena de televisión ABC que Lay le llamó para decirle que estaban en conversaciones adelantadas con Dynergy, otra compañía energética y no para pedirle ayuda.
Legisladores demócratas en el Congreso anunciaron que iniciarán audiencias sobre la quiebra de Enron.