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Trasplante de rostro regala esperanza


Patrick Hardison es un bombero voluntario que quedó desfigurado durante servía en un incendio y la propiedad en llamas colapsó sobre él.
Patrick Hardison es un bombero voluntario que quedó desfigurado durante servía en un incendio y la propiedad en llamas colapsó sobre él.

La complicada cirugía se realizó en un hospital en Nueva York y duró aproximadamente 26 horas con la participación de 100 doctores.

Un bombero voluntario, quien fue severamente quemado, al colapsar un edificio incendiado al que había ingresado, ha vivido por 14 años con su rostro desfigurado.

Para poder evitar la posibilidad de perder la visión, se sometió a una trasplante de rostro. La cirugía se llevó a cabo en un hospital en Nueva York.

El pasado agosto, más de 100 doctores y otros asistentes médicos cooperaron en una intervención quirúrgica, de 26 horas, en el Centro Médico de Nueva York.

De acuerdo al cirujano plástico Eduardo Rodríguez,la cirugía otorgó a Patrick Hardison una nueva cara, cuero cabelludo, orejas, canales auditivos y partes óseas del rostro.

“El procedimiento era de crítica importancia ya que trasplantamos parpados funcionales, para la preservación de su visión. Además nunca se había trasplantado tan enorme cantidad de tejido”, señala el doctor Eduardo Rodríguez.

En 2001, el bombero Hardison sufrió quemaduras de tercer grado, al entrar en una residencia incendiada, cuando la estructura colapsó sobre él.

Después de que 70 cirugías no lograron restaurar su cara, y ante el peligro de perder la visión, se sometió al trasplante, al encontrar un donante de 26 años que murió en un accidente ciclístico.

Luego de una cirugía agotadora, comenzó la rehabilitación que le ayuda a retomar sensación en su rostro.

“Esto es algo que pensé que jamás podría volver a sentir”, expresó Patrick Hardison.

Hardison permanece en el hospital donde el personal médico continúa el monitoreo, en caso de un rechazo del nuevo tejido, muy común en estas cirugías.

Los trasplantes de rostro no son comunes, pero la necesidad de ellos surge debido a las guerras en Afganistán e Irak, donde soldados sostuvieron heridas severas en la cara.

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