Así lo revela un informe del American College Counseling Association, publicado por la versión electrónica de la revista ‘Businessweek’, y donde se destaca que un 37,4% de los estudiantes que busca ayuda presenta desórdenes psicológicos severos.
Entre las principales afectaciones, según el informe, están algunas alergias, depresión, ansiedad, estrés, y hasta casos de suicidio, como los que suceden en la Universidad de Cornell, donde los estudiantes acuden a rocas y lagos circundantes para saltar al vacío y acabar con su vida.
Para entregar estos resultados, los investigadores entrevistaron a unos 228 consejeros de diferentes centros educativos y tres de cada cuatro coincidieron en afirmar que está en aumento el número de casos que requieren atención inmediata.
Un 42% dice que las autoagresiones se incrementaron, mientras que un 24% ha detectado desórdenes de alimentación.
La situación es muy preocupante, si se tiene en cuenta que EE.UU. registra una tasa de 1.100 suicidios universitarios cada año, convirtiendo esta en la segunda causa de mortalidad estudiantil.