Además de funciones de mensajería instantánea, correos, procesadores de datos y otras funciones que los teléfonos inteligentes prestan a los usuarios, ahora resulta que también les facilitan a los abogados la tarea de probar infidelidades u otras causales de divorcio en EE.UU.
Según informó la Academia Americana de Abogados Matrimoniales, estos dispositivos contienen pruebas importantes y fáciles de extraer para ser usados como prueba y agilizar los procesos de disolución matrimonial.
"A medida que los teléfonos inteligentes y mensajes de texto se convierten en fuentes principales de comunicación durante el día, es inevitable que haya más y más evidencia que un cónyuge separado puede recoger", señaló en un comunicado Ken Altshuler, presidente de la organización.
El 62% de las pruebas presentadas en los procesos de divorcio son los mensajes de texto, mientras que el 23% son correos electrónicos y tan solo el 13% son llamadas, según informó esta academia de abogados.
“Los mensajes de texto pueden ser poderosas evidencias en un caso de divorcio, porque son registros escritos de los pensamientos, acciones e intenciones de una persona”, reiteró Altshuler.
A los mensajes de texto, las llamadas y los correos electrónicos, se deben sumar aplicaciones como el GPS, los historiales de búsquedas en Internet y, por supuesto, las redes sociales, según confirmó la organización.