Según el Departamento del Tesoro, la entidad siguió haciendo negocios con la isla después de tener capital, en su mayoría, estadounidense.
La empresa holandesa habría realizado unos 44 mil viajes entre 2006 y 2012.
Para evitar una violación al embargo, las empresas estadounidenses que hagan negocios con la isla o con organizaciones cubanas deben tener una autorización especial de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro.
En un principio, la multa era de unos 11 millones de dólares, pero fue reducida ante la colaboración y suspensión voluntaria de las supuestas violaciones.