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¿Imprimiremos descargas en 3D?


Las impresoras 3D son capaces de producir una gran diversidad de objetos físicos.
Las impresoras 3D son capaces de producir una gran diversidad de objetos físicos.

Aunque todavía resulta relativamente caro en un futuro próximo cualquier persona podrá descargarse incluso las piezas de recambio del coche.

Las impresoras 3D no son nada nuevo: desde el 2003 son muchas las empresas que han adaptado esta tecnología en sus procesos de fabricación.

Existen diferentes tipos de métodos para imprimir en 3D, pero el resultado suele ser similar: lo que obtenemos es una copia prácticamente idéntica del objeto en 3D que hayamos creado en el ordenador. Un objeto físico que podemos tener en nuestras manos y manipularlo a nuestro antojo.

Obviamente la tecnología actual tiene ciertos límites: los objetos, aunque duraderos, no son irrompibles. Además los materiales que se pueden utilizar para imprimir en 3D son todavía muy limitados. Algunas técnicas utilizan polímeros o metales en estado líquido que las impresoras 3D montan en capas para obtener la figura y se solidifican al poco tiempo.

Pero recientemente esta tecnología se ha empezado a comercializar más barata y accesible a todos los públicos y, aunque todavía le queda un largo camino que recorrer, tiene un futuro muy brillante.

De hecho así es como lo han visto en la página web de descargas sueca The Pirate Bay, que hace tan sólo unas semanas abrió una sección para descargar objetos físicos o, como han decidido llamarlos, “Physibles”. En otras palabras: el usuario puede descargarse por ejemplo los datos de un jarrón desde la página web e imprimirlo en 3D en su casa para obtener una réplica exacta del objeto.

Suena totalmente a ciencia ficción, pero la realidad es que este proyecto ya está funcionando. De hecho existen hasta descargas para recetas de comida: mientras tengamos los ingredientes necesarios como chocolate líquido, una impresora 3D es capaz de “construir” un pastel a partir de los datos descargados de internet. Algo muy interesante sobre todo para decorarlo con dibujos muy precisos.

¿Hasta dónde será capaz de llegar esta tecnología? The Pirate Bay dice que en 20 años seremos capaces de descargarnos unos zapatos deportivos o piezas de repuesto para el coche. Y un estudio comisionado por el Gobierno de Estados Unidos encuentra miles de aplicaciones para las impresoras 3D, como por ejemplo, en el sector de educación, poder obtener fácilmente para todos los alumnos modelos de objetos como partes del cuerpo humano u objetos históricos, además del avance que supondría para países menos desarrollados, que podrían fabricar objetos necesarios para la vida cotidiana con materiales baratos.

Además parece que no habrá que esperar mucho para ver los primeros grandes frutos de las impresoras 3D. Varias empresas ya las utilizan para crear rápidamente prototipos de sus diseños (como fabricantes de celulares), y en el campo médico se ha demostrado que se pueden fabricar piezas necesarias para operaciones quirúrgicas: la semana pasada una paciente británica fue la primera a la que se le hizo un trasplante de su mandíbula inferior fabricada con una impresora 3D. La operación, que normalmente duraría más de 20 horas tardó solamente 4, todo un avance médico.

La tecnología existe y tiene muchísimas aplicaciones. Ahora el siguiente paso es lograr que su producción sea más barata y, quién sabe, igual en 20 años podremos descargar todos nuestros muebles a través de internet.

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