En una segunda vuelta electoral, el candidato socialista Francois Hollande venció al actual presidente y candidato Nicolas Sarkozy.
"Mido el honor que se me hace y la tarea que me espera. Ante ustedes me comprometo a servir a mi país con la ejemplaridad y la entrega que requiere esta tarea", expresó el candidato.
Por su parte, Sarkozy reconoció su derrota, ofreció sus mejores éxitos a su rival y agradeció a sus partidarios y seguidores.
“Acepto la responsabilidad por la derrota”, dijo Sarkozy poco después del cierre de las urnas
De esta forma, Hollande se convierte ahora en el primer presidente socialista francés en 17 años.
La herencia de Hollande
Poco después de declararse victorioso, Hollande dijo a una multitud que lo siguió que habrá un cambio en la forma en que Europa enfrenta su crisis de deuda.
"Lo primero es la recuperación de nuestra producción para sacar a nuestro país de la crisis", declaró Hollande.
La difícil situación económica es una de los debilitados puntos que debe enfrentar el nuevo presidente electo, quien prometió ayuda para los oprimidos de Francia después de años bajo el gobierno de Sarkozy.
Muchos votantes culpan a Sarkozy de los recortes del gasto publico y otras medidas presupuestarias.
"Mido el honor que se me hace y la tarea que me espera. Ante ustedes me comprometo a servir a mi país con la ejemplaridad y la entrega que requiere esta tarea", expresó el candidato.
Por su parte, Sarkozy reconoció su derrota, ofreció sus mejores éxitos a su rival y agradeció a sus partidarios y seguidores.
“Acepto la responsabilidad por la derrota”, dijo Sarkozy poco después del cierre de las urnas
De esta forma, Hollande se convierte ahora en el primer presidente socialista francés en 17 años.
La herencia de Hollande
Poco después de declararse victorioso, Hollande dijo a una multitud que lo siguió que habrá un cambio en la forma en que Europa enfrenta su crisis de deuda.
"Lo primero es la recuperación de nuestra producción para sacar a nuestro país de la crisis", declaró Hollande.
La difícil situación económica es una de los debilitados puntos que debe enfrentar el nuevo presidente electo, quien prometió ayuda para los oprimidos de Francia después de años bajo el gobierno de Sarkozy.
Muchos votantes culpan a Sarkozy de los recortes del gasto publico y otras medidas presupuestarias.
