La historia del México de hoy y de muchos otros países del hemisferio demuestra que la democracia y la estabilidad económica marchan asociadas, según el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry.
En un artículo publicado este lunes por el diario Miami Herald, Herry sostiene que cuando viaja a otras regiones del mundo que luchan con la modernidad y el escepticismo frente a la democracia les sugiere “mirar a las Américas como prueba del progreso posible”.
Para el jefe de la diplomacia estadounidense, “la última década ha sido de logros en la democracia y la economía en América Latina y el Caribe”.
Como ejemplo cita que la economía regional creció a una tasa de 4 por ciento anual, el comercio con EE.UU. casi se triplicó, y más de 73 millones de personas dejaron atrás la pobreza.
A propósito de celebrarse esta semana en Asunción, Paraguay, la asamblea anual de la OEA, señala que hay que festejar el progreso económico regional y “destacar el claro vínculo entre democracia y prosperidad”.
El secretario de Estado opina que “los líderes en el hemisferio necesitan dejar a un lado las diferencias raciales a favor de la inclusión, defender los derechos de la mujer, y reconocer que la orientación sexual es un asunto privado”.
También que deben edificar el progreso económico “abriendo los mercados al libre comercio y ampliando las oportunidades a los jóvenes ansiosos por integrar la fuerza de trabajo”.
Kerry destaca que el desarrollo inclusivo requiere de instituciones efectivamente democráticas, y pone de relieve el liderazgo ejercido en la región por la OEA y el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, como garante de la libertad de expresión y protector de la sociedad civil y de la democracia.
“Este trabajo es particularmente importante—señala—en un momento en que algunos han propuesto una falsa elección entre desarrollo y democracia”.
Podemos estar inmensamente orgullosos de la positiva trayectoria del hemisferio, concluye, “pero para que esa trayectoria continúe, EE.UU. y nuestros socios en la OEA debemos adherirnos estrechamente a nuestros valores compartidos de inclusión y democracia”.
En un artículo publicado este lunes por el diario Miami Herald, Herry sostiene que cuando viaja a otras regiones del mundo que luchan con la modernidad y el escepticismo frente a la democracia les sugiere “mirar a las Américas como prueba del progreso posible”.
Para el jefe de la diplomacia estadounidense, “la última década ha sido de logros en la democracia y la economía en América Latina y el Caribe”.
Como ejemplo cita que la economía regional creció a una tasa de 4 por ciento anual, el comercio con EE.UU. casi se triplicó, y más de 73 millones de personas dejaron atrás la pobreza.
A propósito de celebrarse esta semana en Asunción, Paraguay, la asamblea anual de la OEA, señala que hay que festejar el progreso económico regional y “destacar el claro vínculo entre democracia y prosperidad”.
El secretario de Estado opina que “los líderes en el hemisferio necesitan dejar a un lado las diferencias raciales a favor de la inclusión, defender los derechos de la mujer, y reconocer que la orientación sexual es un asunto privado”.
También que deben edificar el progreso económico “abriendo los mercados al libre comercio y ampliando las oportunidades a los jóvenes ansiosos por integrar la fuerza de trabajo”.
Kerry destaca que el desarrollo inclusivo requiere de instituciones efectivamente democráticas, y pone de relieve el liderazgo ejercido en la región por la OEA y el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, como garante de la libertad de expresión y protector de la sociedad civil y de la democracia.
“Este trabajo es particularmente importante—señala—en un momento en que algunos han propuesto una falsa elección entre desarrollo y democracia”.
Podemos estar inmensamente orgullosos de la positiva trayectoria del hemisferio, concluye, “pero para que esa trayectoria continúe, EE.UU. y nuestros socios en la OEA debemos adherirnos estrechamente a nuestros valores compartidos de inclusión y democracia”.
