El pedido tiene efecto después de que las autoridades de Bulgaria responsabilizaron a ese movimiento chiita del atentado suicida que el 18 de julio del año pasado mató a seis personas en la aeropuerto búlgaro de Burgas, entre ellas cinco israelíes, y dejó más de 30 heridos.
John Brennan, principal consejero antiterrorista de la Casa Blanca, dijo que Bulgaria puede contar con el apoyo de EE.UU. y llamó a los países europeos a tomar más medidas para desmantelar las redes y cortar las vías de financiamiento de los chiitas de Hezbolá.
Dos de los autores del atentado identificados por las autoridades búlgaras poseían pasaportes de Australia y Canadá y habían permanecido en territorio libanés entre 2006 y 2010. El tercer terrorista murió en el ataque.
Según Brennan, la investigación llevada a cabo por Bulgaria revela a Hezbolá “como lo que es, un grupo terrorista dispuesto a atacar a hombres inocentes, mujeres y niños".
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, declaró que los países de la Unión Europea necesitan evaluar seriamente los resultados de las investigaciones realizadas por Bulgaria y “discutir la respuesta adecuada”.
Tanto Hezbolá, como su patrocinador, el gobierno de Irán, han negado haber estado involucrados en el atentado.