Al menos 22 millones de los cerca de 117 millones de niños de Latinoamérica y el Caribe no se encuentran estudiando o están en riesgo de dejar la escuela, según un informe regional del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), y el Instituto de Estadísticas de la Agencia Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (Unesco).
De los 22,1 millones de niños y adolescentes que están en riesgo de dejar la escuela, 6,5 millones no asisten y 15,6 millones sí lo hacen pero con dificultades.
Dentro de las principales causas que acrecientan el problema de la educación en América Latina, están el ingreso tardío al sistema educativo, que causa dificultades en el aprendizaje y la repetición de los cursos escolares, que actualmente acarrea un costo superior a los $19.980 millones de dólares.
Dicho sobrecosto equivale a un valor “tres veces mayor al de las metas de cobertura universal desde el nivel inicial (preescolar o jardín de infantes) hasta el secundario inferior", según el informe.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia afirma que el dinero que se invierte en los estudiantes repitentes, equivale al 0,34 % del PIB de los países latinoamericanos y caribeños y un 7 % del gasto educativo regional.
Aunque el costo es alarmante, el documento señala que es necesario mantener a los alumnos en la escuela así repitan, debido a que se estarían protegiendo de la exclusión social en la adultez.
La población en mayor riesgo de dejarla escuela son los indígenas, afrodescendientes, discapacitados y los campesinos, debido a que no encuentran “experiencias pedagógicas para compartir sus aprendizajes y viven en situaciones de discriminación”.
"La educación es clave para hacer frente a las profundas inequidades en nuestra región. Debemos trabajar desde todos los sectores para que todos los niños, niñas y adolescentes puedan completar la escuela", destaca el informe.
"Para conseguirlo es necesario articular los esfuerzos del sector de educación con los que realizan los sectores de protección social, salud y nutrición, así como con las familias y comunidades", agrega el documento.
Además, el informe advierte que mientras continúe el problema del fracaso escolar no se podrán incorporar nuevos niños y jóvenes al sistema, y por ende no “se podrán conquistar las metas de cobertura”.
De los 22,1 millones de niños y adolescentes que están en riesgo de dejar la escuela, 6,5 millones no asisten y 15,6 millones sí lo hacen pero con dificultades.
Dentro de las principales causas que acrecientan el problema de la educación en América Latina, están el ingreso tardío al sistema educativo, que causa dificultades en el aprendizaje y la repetición de los cursos escolares, que actualmente acarrea un costo superior a los $19.980 millones de dólares.
Dicho sobrecosto equivale a un valor “tres veces mayor al de las metas de cobertura universal desde el nivel inicial (preescolar o jardín de infantes) hasta el secundario inferior", según el informe.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia afirma que el dinero que se invierte en los estudiantes repitentes, equivale al 0,34 % del PIB de los países latinoamericanos y caribeños y un 7 % del gasto educativo regional.
Aunque el costo es alarmante, el documento señala que es necesario mantener a los alumnos en la escuela así repitan, debido a que se estarían protegiendo de la exclusión social en la adultez.
La población en mayor riesgo de dejarla escuela son los indígenas, afrodescendientes, discapacitados y los campesinos, debido a que no encuentran “experiencias pedagógicas para compartir sus aprendizajes y viven en situaciones de discriminación”.
"La educación es clave para hacer frente a las profundas inequidades en nuestra región. Debemos trabajar desde todos los sectores para que todos los niños, niñas y adolescentes puedan completar la escuela", destaca el informe.
"Para conseguirlo es necesario articular los esfuerzos del sector de educación con los que realizan los sectores de protección social, salud y nutrición, así como con las familias y comunidades", agrega el documento.
Además, el informe advierte que mientras continúe el problema del fracaso escolar no se podrán incorporar nuevos niños y jóvenes al sistema, y por ende no “se podrán conquistar las metas de cobertura”.
