El papa Francisco finalizó su primera visita a Asia este lunes con un llamado a la reconciliación entre Corea del Sur y su rival comunista, Corea del Norte.
El sumo pontífice emitió su llamado a la paz en la atribulada península coreana durante una misa en la catedral de Seúl, a donde asistió la presidenta surcoreana, Park Geun-hye. Francisco dijo que la reconciliación solo vendría a través del perdón, aunque pueda parecer imposible, impráctico y aún a veces repugnante.
“Oremos, entonces, por el surgimiento de nuevas oportunidades para el diálogo, encuentros y la resolución de las diferencias, por la continua generosidad en proveer asistencia humanitaria a quienes la necesitan y aún por un mayor reconocimiento de que todos los coreanos son hermanos y hermanas, miembros de una familia, un pueblo”, dijo el Papa.
Autoridades católicas en Corea del Sur exhortaron a Pyongyang a enviar una delegación de la estatal Asociación Católica Coreana a Seúl para la misa, pero el régimen rechazó la invitación, citando los ejercicios militares conjuntos de Corea del Sur y Estados Unidos, que comenzaron este lunes.
