China anunció formalmente la puesta en servicio del primer portaaviones en su flota de guerra a tono con sus aspiraciones de llegar a ser en Asia una potencia naval.
El portaaviones, bautizado con el nombre de Liaoning, tiene 300 metros de eslora y era originalmente un navío de Ucrania adquirido por China en 1998 y posteriormente reacondicionado.
El Liaoning hizo su primera travesía de prueba en agosto de 2011, y este martes entró en servicio tras una ceremonia en el puerto de Dalian, a la que asistieron el presidente chino, Hu Jintao, el primer ministro, Wen Jiabao, y altos generales.
Hasta ahora las pruebas del portaaviones se han limitado a sus sistemas de propulsión, de navegación y de comunicaciones.
Pero según expertos, la construcción de aviones para el despegue y aterrizaje desde su plataforma y el entrenamiento de pilotos capaces de hacerlo les tomará a los chinos un tiempo más.
China tiene en desarrollo un bombardero para portaaviones, el J-15, que es una variante del Sukhoi Su-33 ruso, y también un prototipo de caza, el J-31.
Un comunicado difundido por el ministerio de Defensa en Pekín indicó que el buque tiene para China “importancia significativa en la defensa efectiva de la soberanía nacional”.
El interés especial de China en tener en su flota un portaaviones radicaba además en que era el único miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que no poseía uno. Estados Unidos cuenta con 11.
El portaaviones, bautizado con el nombre de Liaoning, tiene 300 metros de eslora y era originalmente un navío de Ucrania adquirido por China en 1998 y posteriormente reacondicionado.
El Liaoning hizo su primera travesía de prueba en agosto de 2011, y este martes entró en servicio tras una ceremonia en el puerto de Dalian, a la que asistieron el presidente chino, Hu Jintao, el primer ministro, Wen Jiabao, y altos generales.
Hasta ahora las pruebas del portaaviones se han limitado a sus sistemas de propulsión, de navegación y de comunicaciones.
Pero según expertos, la construcción de aviones para el despegue y aterrizaje desde su plataforma y el entrenamiento de pilotos capaces de hacerlo les tomará a los chinos un tiempo más.
China tiene en desarrollo un bombardero para portaaviones, el J-15, que es una variante del Sukhoi Su-33 ruso, y también un prototipo de caza, el J-31.
Un comunicado difundido por el ministerio de Defensa en Pekín indicó que el buque tiene para China “importancia significativa en la defensa efectiva de la soberanía nacional”.
El interés especial de China en tener en su flota un portaaviones radicaba además en que era el único miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que no poseía uno. Estados Unidos cuenta con 11.
