En el Pentágono preocupan los ataques llevados a cabo en los últimos meses por parte de soldados afganos contra las fuerzas de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), que ha sido la que los entrenó y los armó.
Este viernes dos soldados de los cuerpos de operaciones especiales de Estados Unidos fallecieron, luego de que un recluta de la policía local en de Farah, al Oeste de Afganistán, atentó contra ellos.
“Al atacante se le disparó y falleció”, dijo el mando de las fuerzas de EE.UU. en Afganistán en un comunicado.
Otro ataque ocurrió en el bastión talibán de Kandahar,cuando un soldado afgano disparó contra militares extranjeros. No se conoce la nacionalidad de las víctimas, pero las autoridades reportaron la muerte del atacante.
Hasta la fecha, hay reportados 31 ataques “verde sobre azul”, como son denominados por el Pentágono (por el color del uniforme afgano y el de la bandera de la OTAN, respectivamente). Como consecuencia, 39 soldados de la OTAN han fallecido en lo que va de 2012.
Durante la conmemoración de final del Ramadán, el mes sagrado de los musulmanes, el mulá Omar, cabecilla de la guerrilla talibán aseguró estar ganando la guerra tras haber infiltrado a las fuerzas de seguridad afganas.
“Los muyahidines se han infiltrado, de forma inteligente, en las fuerzas del enemigo, de acuerdo con un plan que se les dio el año pasado”, señala un mensaje interceptado.
Por su parte, el general estadounidense John Allen, comandante de las tropas aliadas en Afganistán, acusó al jefe guerrillero de manipular la opinión pública.
“El orgullo de la ciudadanía afgana se ha visto traicionado por asesinos que fingen ser soldados y policías, y aun así siguen representando a lo peor de la humanidad”, señaló el general en un comunicado.
De igual manera, el Secretario de Defensa de EE.UU., Leon Panetta, dijo en una rueda de prensa que "los talibanes no han sido capaces de ganar ningún terreno perdido, y ahora recurren a este tipo de ataques para causar estragos”.
En 2014 Afganistán obtendrá su soberanía absoluta. Hasta el momento se han retirado 30.000 soldados de EE.UU., pero la gran preocupación a futuro es que Afganistán quede a cargo de un Ejército infiltrado por la guerrilla talibán.
Este viernes dos soldados de los cuerpos de operaciones especiales de Estados Unidos fallecieron, luego de que un recluta de la policía local en de Farah, al Oeste de Afganistán, atentó contra ellos.
“Al atacante se le disparó y falleció”, dijo el mando de las fuerzas de EE.UU. en Afganistán en un comunicado.
Otro ataque ocurrió en el bastión talibán de Kandahar,cuando un soldado afgano disparó contra militares extranjeros. No se conoce la nacionalidad de las víctimas, pero las autoridades reportaron la muerte del atacante.
Hasta la fecha, hay reportados 31 ataques “verde sobre azul”, como son denominados por el Pentágono (por el color del uniforme afgano y el de la bandera de la OTAN, respectivamente). Como consecuencia, 39 soldados de la OTAN han fallecido en lo que va de 2012.
Durante la conmemoración de final del Ramadán, el mes sagrado de los musulmanes, el mulá Omar, cabecilla de la guerrilla talibán aseguró estar ganando la guerra tras haber infiltrado a las fuerzas de seguridad afganas.
“Los muyahidines se han infiltrado, de forma inteligente, en las fuerzas del enemigo, de acuerdo con un plan que se les dio el año pasado”, señala un mensaje interceptado.
Por su parte, el general estadounidense John Allen, comandante de las tropas aliadas en Afganistán, acusó al jefe guerrillero de manipular la opinión pública.
“El orgullo de la ciudadanía afgana se ha visto traicionado por asesinos que fingen ser soldados y policías, y aun así siguen representando a lo peor de la humanidad”, señaló el general en un comunicado.
De igual manera, el Secretario de Defensa de EE.UU., Leon Panetta, dijo en una rueda de prensa que "los talibanes no han sido capaces de ganar ningún terreno perdido, y ahora recurren a este tipo de ataques para causar estragos”.
En 2014 Afganistán obtendrá su soberanía absoluta. Hasta el momento se han retirado 30.000 soldados de EE.UU., pero la gran preocupación a futuro es que Afganistán quede a cargo de un Ejército infiltrado por la guerrilla talibán.
