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Sosa ‘ponchado’ para el salón de la fama


La foto es de Sammy Sosa en 2003 cuando, según los especialistas, consumía esteroides.
La foto es de Sammy Sosa en 2003 cuando, según los especialistas, consumía esteroides.

También quedaron por fuera Barry Bonds y Roger Clemens. Los tres peloteros están señalados por el uso de esteroides.

Por octava vez en la historia, y primera ocasión que sucede desde 1996, la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica (BBWAA, por sus siglas en inglés) falló en seleccionar a un pelotero para ser exaltado al Salón de la Fama del béisbol.

La BBWAA tampoco eligió a nadie para entrar al Recinto de los Inmortales en 1945, 1946, 1950, 1958, 1960 y 1971.

Barry Bonds, Roger Clemens y Sammy Sosa, tres luminarias manchadas por el estigma de los esteroides, fueron ignorados para ingresar al Salón de la Fama.

Bonds recibió apenas el 36,2% de los votos; Clemens sacó 37,6% y el dominicano Sosa obtuvo 12,5%, según el resultado divulgado el miércoles por el Salón y la BBWAA.

Los tres figuraron por primera vez en la papeleta, pero tendrán 14 años adicionales para lograr el ingreso a Cooperstown.

Craig Biggio, ocupante del vigésimo puesto en la lista histórica de hits con 3.060, fue el más votado de los 37 candidatos al conseguir un 68,2% de las 569 papeletas contabilizadas. Se quedó corto por 39 votos del 75% mínimo necesario.

Dentro de los jugadores que debutaron en la papeleta, Mike Piazza obtuvo el mayor número de adhesiones con 57,8%, seguido por Curt Schilling con 38,8%.

Entre los que repetían, Jack Morris fue el mejor con 67,7%. Morris aparecerá por última vez en la papeleta el año próximo, en el que Greg Maddux, Tom Glavine, Mike Mussina y Frank Thomas harán su estreno.

El primer latino en la lista fue el puertorriqueño Edgar Martínez, quien en su cuarta oportunidad en la boleta recibió 204 votos, un 35.9 por ciento.

La ceremonia de exaltación, que se llevará a cabo el 28 de julio en Cooperstown, NY, constará solo de las exaltaciones de Hank O'Day, Jacob Ruppert y Deacon White.

Las fotos del antes y el después lo dicen todo. Y explican por qué Sammy Sosa no será elevado al Salón de la Fama el miércoles, y posiblemente nunca.

El contraste entre el físico de Sosa antes de la era de los esteroides y su físico en pleno apogeo del uso de esas sustancias prohibidas es sorprendente. Tal vez el más notable entre los peloteros de esa época.

Tal contraste físico refleja también, por otro lado, una enorme diferencia en las estadísticas del dominicano antes y después.

Entre 1998 y 2002, Sosa disparó 292 de los 609 jonrones que acumuló en su carrera. Nadie en la historia del béisbol de Grandes Ligas ha pegado tantos cuadrangulares en un lapso de cinco años. No hay otro pelotero con tres temporadas de 60 jonrones o más, como hizo Sosa en 1998, 1999 y 2001.
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