El presidente sirio, Bashar al-Assad ha proclamado este domingo que Siria no conseguirá superar la crisis que atraviesa desde que comenzó la revuelta a mediados de marzo de 2011 si no se desencadena “una movilización nacional”.
Siria no saldrá de la crisis sin una movilización nacional completa, ha subrayado el mandatario sirio, en el primer discurso público que pronuncia desde noviembre de 2012.
En el discurso desde su palacio de Damasco, el mandatario ha dicho que Siria está siendo víctima de “un sufrimiento incontenible” y ha hecho un llamamiento a la unidad de todos los sirios. La nación es para todos y todos debemos protegerla, ha aseverado.
Al mismo tiempo al-Assad insistió en que su única misión es “solo defender a Siria de sus enemigos”, en lo que calificó como un conflicto nunca visto en la región.
Aunque ha planteado una conferencia política para poner fin al conflicto que comenzó hace 22 meses en Deraa, en el sur del país, nadie ve a estas alturas cómo ese cónclave podría llevarse a cabo, dado que los rebeldes rechazan todo diálogo con el régimen y el propio al-Asad ha excluido a "quienes han traicionado al país".
Al-Asad propone que cese el suministro internacional de armas a los "terroristas", tras lo cual el Ejército sirio detendría sus operaciones y se iniciaría un diálogo nacional con el objeto de elaborar una nueva Constitución y elegir un nuevo Gobierno.
Posteriormente, el Gobierno abriría un diálogo nacional con todas las fuerzas "en el interior y el exterior del país" para convocar una conferencia de la que salga una nueva Constitución, que será sometida a referéndum.
Los alzados en armas rechazaron inmediatamente el discurso y la iniciativa del presidente sirio.
"Al-Asad solo quiere con su propuesta cortar el camino para alcanzar una solución política que pueda proceder de la reunión que mantendrán Estados Unidos y Rusia con el mediador Lajdar Brahimi, y que la oposición no aceptará salvo que él y su régimen abandonen", dijo Walid Bunni, portavoz de la Coalición Nacional Siria, que reúne a los grupos armados que luchan en Siria.
Siria no saldrá de la crisis sin una movilización nacional completa, ha subrayado el mandatario sirio, en el primer discurso público que pronuncia desde noviembre de 2012.
En el discurso desde su palacio de Damasco, el mandatario ha dicho que Siria está siendo víctima de “un sufrimiento incontenible” y ha hecho un llamamiento a la unidad de todos los sirios. La nación es para todos y todos debemos protegerla, ha aseverado.
Al mismo tiempo al-Assad insistió en que su única misión es “solo defender a Siria de sus enemigos”, en lo que calificó como un conflicto nunca visto en la región.
Aunque ha planteado una conferencia política para poner fin al conflicto que comenzó hace 22 meses en Deraa, en el sur del país, nadie ve a estas alturas cómo ese cónclave podría llevarse a cabo, dado que los rebeldes rechazan todo diálogo con el régimen y el propio al-Asad ha excluido a "quienes han traicionado al país".
Al-Asad propone que cese el suministro internacional de armas a los "terroristas", tras lo cual el Ejército sirio detendría sus operaciones y se iniciaría un diálogo nacional con el objeto de elaborar una nueva Constitución y elegir un nuevo Gobierno.
Posteriormente, el Gobierno abriría un diálogo nacional con todas las fuerzas "en el interior y el exterior del país" para convocar una conferencia de la que salga una nueva Constitución, que será sometida a referéndum.
Los alzados en armas rechazaron inmediatamente el discurso y la iniciativa del presidente sirio.
"Al-Asad solo quiere con su propuesta cortar el camino para alcanzar una solución política que pueda proceder de la reunión que mantendrán Estados Unidos y Rusia con el mediador Lajdar Brahimi, y que la oposición no aceptará salvo que él y su régimen abandonen", dijo Walid Bunni, portavoz de la Coalición Nacional Siria, que reúne a los grupos armados que luchan en Siria.
