Boehner pintó un panorama poco alentador, menos de tres semanas antes de que se venza el plazo y la economía caiga potencialmente al abismo.
"Hubo algunas ofertas que fueron y vinieron ayer, y el presidente y yo tuvimos conversaciones muy francas sobre lo lejos que estamos", dijo el republicano después de un encuentro a puerta cerrada con sus correligionarios, a quienes recomendó que no hagan planes para la semana posterior a la Navidad.
Los dos líderes hablaron por teléfono el martes en dos ocasiones.
El grupo de Boehner insistió en que depende de la Casa Blanca la definición de recortes adicionales a programas como Medicare. La Casa Blanca respondió que los republicanos necesitan acceder al incremento de impuestos para los ricos.
Según el director de comunicaciones del ejecutivo, Dan Pfeiffer, “la ironía de todo esto es que el ofrecimiento de la Casa Blanca plantea recortes muy específicos, y la contraoferta de los republicanos casi ninguno”.