La oposición venezolana realizó este sábado una multitudinaria marcha nacional “Por la libertad” contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro, que también convocó a sus seguidores a una “Marcha de la victoria”.
El coordinador político de Voluntad Popular, Carlos Vecchio, perseguido por el gobierno, reapareció en la tarima de los opositores por breves momentos, antes de desaparecer nuevamente.
"Esta lucha no es de pueblo contra pueblo sino del pueblo que sufre contra la cúpula que está en el poder", dijo Vecchio en su breve intervención.
Lilian Tintori, esposa del encarcelado Leopoldo López, también participó en la protesta leyendo una carta de su esposo dirigida a Maduro. En ella le pide al presidente que piense como ayudaría a Venezuela su renuncia.
“Le abrirías el camino pacífico a los venezolanos hacia una verdadera democracia”, dijo.
El alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, se refirió a la persecución contra los opositores, como la que ha habido en contra de López y contra los alcaldes de Táchira, San Diego y El Hatillo, cuando dijo a la multitud que “Maduro quiere convertir a Venezuela en una gran cárcel”, a la vez que le exigió que "si quiere diálogo libere a todos los presos políticos".
“Necesitamos fuerza, esperanza, firmeza, pero es imprescindible la unidad”, recordó el diputado Andrés Velásquez.
La marcha convocada por la oposición partió por la mañana desde cinco puntos de la capital — cada una encabezadas por Henrique Capriles, Lilian Tintori (esposa de Leopoldo López); Henri Falcón y Liborio Guarulla; y Antonio Ledezma— para culminar en una concentración en el municipio de Chacao.
Los opositores habían pedido a los venezolanos que nadie se quedara en su casa para demostrar al gobierno que la mayoría lo reprueba, y a juzgar por lo multitudinario de la protesta, el objetivo fue logrado.
En diversos estados hubo también marchas y concentraciones en respuesta a una convocatoria de la Mesa de Unidad Democrática para repudiar la detención del líder opositor Leopoldo López, y de los alcaldes Enzo Scarano, de San Diego, y Daniel Ceballos, de San Cristóbal.
Hombro con hombro, la sociedad civil y estudiantes demandaron además en Anzoátegui, Aragua, Barinas, Bolívar, Carabobo, Falcón, Lara, Mérida, Nueva Esparta, Sucre, Táchira y Zulia libertad para los manifestantes detenidos en las protestas de los últimos 40 días, y el cese de la represión.
Mientras tanto, el presidente Maduro llamó a una movilización e invitó a sumarse a ella a los estudiantes—que han encabezado las protestas en su contra—, para que repudiaran la quema de la Universidad Politécnica de la Fuerza Armada (UNEFA) en Táchira, y los ataques contra universidades públicas.
El coordinador político de Voluntad Popular, Carlos Vecchio, perseguido por el gobierno, reapareció en la tarima de los opositores por breves momentos, antes de desaparecer nuevamente.
"Esta lucha no es de pueblo contra pueblo sino del pueblo que sufre contra la cúpula que está en el poder", dijo Vecchio en su breve intervención.
Lilian Tintori, esposa del encarcelado Leopoldo López, también participó en la protesta leyendo una carta de su esposo dirigida a Maduro. En ella le pide al presidente que piense como ayudaría a Venezuela su renuncia.
“Le abrirías el camino pacífico a los venezolanos hacia una verdadera democracia”, dijo.
El alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, se refirió a la persecución contra los opositores, como la que ha habido en contra de López y contra los alcaldes de Táchira, San Diego y El Hatillo, cuando dijo a la multitud que “Maduro quiere convertir a Venezuela en una gran cárcel”, a la vez que le exigió que "si quiere diálogo libere a todos los presos políticos".
“Necesitamos fuerza, esperanza, firmeza, pero es imprescindible la unidad”, recordó el diputado Andrés Velásquez.
La marcha convocada por la oposición partió por la mañana desde cinco puntos de la capital — cada una encabezadas por Henrique Capriles, Lilian Tintori (esposa de Leopoldo López); Henri Falcón y Liborio Guarulla; y Antonio Ledezma— para culminar en una concentración en el municipio de Chacao.
Los opositores habían pedido a los venezolanos que nadie se quedara en su casa para demostrar al gobierno que la mayoría lo reprueba, y a juzgar por lo multitudinario de la protesta, el objetivo fue logrado.
En diversos estados hubo también marchas y concentraciones en respuesta a una convocatoria de la Mesa de Unidad Democrática para repudiar la detención del líder opositor Leopoldo López, y de los alcaldes Enzo Scarano, de San Diego, y Daniel Ceballos, de San Cristóbal.
Hombro con hombro, la sociedad civil y estudiantes demandaron además en Anzoátegui, Aragua, Barinas, Bolívar, Carabobo, Falcón, Lara, Mérida, Nueva Esparta, Sucre, Táchira y Zulia libertad para los manifestantes detenidos en las protestas de los últimos 40 días, y el cese de la represión.
Mientras tanto, el presidente Maduro llamó a una movilización e invitó a sumarse a ella a los estudiantes—que han encabezado las protestas en su contra—, para que repudiaran la quema de la Universidad Politécnica de la Fuerza Armada (UNEFA) en Táchira, y los ataques contra universidades públicas.
