Para mediados del mes de junio todos los venezolanos se verán sometidos al uso de máquinas captahuellas para poder acceder a los alimentos y productos básicos que tienen precio regulado por el gobierno.
El Superintendente de Precios, Andrés Eloy Méndez, anunció que el Estado ejercerá una fiscalización en la asignación de los bienes con precio controlado en todas las redes de supermercados públicos y privados de Venezuela “que permita regular la compra semanal y las cantidades de compra”.
“Estimamos más o menos que en un mes y medio tengamos captahuellas en todas las redes de supermercados del país, esto va a bajar considerablemente el 'bachaqueo', y va a hacer que la gente consiga el producto y al precio que está en el anaquel”, explicó Méndez.
Hasta ahora los supermercados y comercios privados habían controlado, por cuenta propia, la venta de productos con el terminal de la cédula de identidad, asignando a cada uno un día para la compra de alimentos como leche, azúcar, café, aceite, pañales o jabón para lavar ropa, entre algunos de los productos que tienen precio controlado.
Con la máquina captahuella, el venezolano se verá sometido a un escaner de su huella dactilar que le permitirá comprar el producto una vez por semana, y en la cantidad que determine el gobierno.
El argumento del gobierno del presidente Nicolás Maduro para tomar esta medida fue enfrentar la escasez causada por lo que llamó una “guerra económica contra el gobierno”.
Al ser anunciado en 2014 el mecanismo de control con el uso de la captahuella la medida fue rechazada por un 57 por ciento de los venezolanos, según el estudio nacional “Gestión de gobierno y coyuntura política”, del Instituto de Análisis de Datos (IVAD).
El más reciente sondeo de opinión de la encuestadora Keller, del primer trimestre de 2015, refleja que para un 68 por ciento de los venezolanos el problema de las colas para comprar no se resuelve con “las soluciones que está ofreciendo el gobierno del presidente Maduro”.
