El país más corrupto para hacer negocios en Latinoamérica es Venezuela, según una encuesta realizada a 402 empresarios de la región, quienes manifestaron que la razón principal es la ejecución de pagos ilícitos. Bolivia Argentina y México siguen en la lista.
De acuerdo al estudio, la percepción de corrupción en América Latina por parte de los empresarios fue de 51%, un 6% menos que en el 2008, cuando se realizó el último registro.
Según James Tillen, de Miller & Chevalier (una firma de abogados estadounidenses que coordinó el estudio), las compañías de la región están tomando acciones para evitar la corrupción, tras la aplicación de la Ley sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero de
Estados Unidos, que penaliza a las empresas de ese país que paguen sobornos en el exterior.
Tillen también afirma que la disminución de la corrupción en la región se ha dado gracias a que los latinoamericanos han exigido unos gobiernos más limpios y denuncian la presencia de este flagelo, como en el caso de Brasil, cuando en el 2011, seis ministros del gabinete de Dilma Rousseff, fueron obligados a abandonar sus cargos.
Las encuestas fueron realizadas en 13 países diferentes de América Latina a empelados y empresarios de corporaciones multinacionales de diferentes sectores, con la colaboración de 12 estudios jurídicos de la región.
De acuerdo al estudio, la percepción de corrupción en América Latina por parte de los empresarios fue de 51%, un 6% menos que en el 2008, cuando se realizó el último registro.
Según James Tillen, de Miller & Chevalier (una firma de abogados estadounidenses que coordinó el estudio), las compañías de la región están tomando acciones para evitar la corrupción, tras la aplicación de la Ley sobre Prácticas Corruptas en el Extranjero de
Estados Unidos, que penaliza a las empresas de ese país que paguen sobornos en el exterior.
Tillen también afirma que la disminución de la corrupción en la región se ha dado gracias a que los latinoamericanos han exigido unos gobiernos más limpios y denuncian la presencia de este flagelo, como en el caso de Brasil, cuando en el 2011, seis ministros del gabinete de Dilma Rousseff, fueron obligados a abandonar sus cargos.
Las encuestas fueron realizadas en 13 países diferentes de América Latina a empelados y empresarios de corporaciones multinacionales de diferentes sectores, con la colaboración de 12 estudios jurídicos de la región.
