El presidente y el canciller de la Universidad de Missouri anunciaron el lunes que dejarán sus cargos presionados por denuncias de racismo y discriminación en el campus de Columbus.
Tim Wolfe, el presidente del sistema universitario, anunció su renuncia en una emotiva reunión con el cuerpo de gobierno de la escuela, en el campus principal que atiende a 35.000 estudiantes.
“Asumo completa responsabilidad por esta frustración y me hago completamente responsable por la falta de acción”, dijo Wolfe, que también hizo un llamado a los estudiantes a “sanar y comenzar a conversar de nuevo”.
El tema atrajo la atención nacional luego de que al gobierno estudiantil se unieron algunos miembros del profesorado y los jugadores del equipo de fútbol americano para pedir la renuncia de Wolfe.
Algunos de los profesores y estudiantes amenazaron con retirarse de la universidad, y un estudiante se declaró en huelga de hambre.
Muchos estudiantes en el campus de Columbus, mayoritariamente blanco, se quejaron de algunos insultos raciales dirigidos a estudiantes negros durante las semanas recientes y de una suástica dibujada con heces que se encontró en el baño de un dormitorio estudiantil.
El estado de Missouri fue sacudido el año pasado por los acontecimientos que sucedieron en Ferguson, cuando un joven negro desarmado –Michael Brown— murió abatido por un policía blanco.