La tribu más grande de indígenas en Estados Unidos vive en un desierto de 6 millones de hectáreas que cubre una gran parte del norte de Arizona y Nuevo México. Ellos son los navajos, cuyos antepasados vivieron en esas tierras durante probablemente varios siglos antes de que los primeros europeos llegaran.
La Nación Navajo tiene sus propios líderes, leyes, gobierno y policía. También tienen un parque llamado el Valle de los Monumentos, un sitio espectacular.
Al recorrer la Nación Navajo, uno puede ver pequeñas cabañas y unas cuántas viviendas tradicionales llamadas hogans, las cuales están hechas de madera y barro y cuyas puertas apuntan hacia donde sale el sol.
También se pueden ver pequeños rebaños de ovejas y cabras y a sus pastores andando a caballo. La cabra, la oveja y el caballo fueron traídos por los españoles a estas tierras cuando llegaron como misioneros desde 1630 y como soldados poco después.
Existen pequeños poblados, como Kayenta y Mexican Water, que consisten de poco más de gasolineras, pequeños restaurantes y tiendas de recuerdos que venden tejidos tradicionales y joyería.
Hay un área llamada Cuatro Esquinas donde cuatro estados colindan, y cerca de ahí está el Desierto Pintado, cuya arena es de muchos colores, y también se puede visitar el sitio más grande de rocas prehistóricas petrificadas.
Pero el hogar de los navajos es un sitio donde es difícil encontrar un buen trabajo, y muy fácil caer en las garras del alcoholismo y la desesperación. Como resultado, muchos jóvenes navajos se van a buscar oportunidades en las grandes ciudades en el suroeste. Pero otros se quedan y ejercen carreras en escuelas de la tribu, pequeños negocios e incluso un nuevo hotel en el Valle de los Monumentos.