La cifra de víctimas por la masiva tormenta de nieve del fin de semana en la costa este de Estados Unidos ha subido a 48, la mayoría en accidentes de tránsito, envenenamiento por monóxido de carbono y ataques al corazón mientras paleaban la nieve.
La tormenta dejó caer entre 25 centímetros y un metro de nieve, dependiendo del lugar, y afectó a 85 millones de personas. Como resultado, en la mayoría de ciudades afectadas, la nieve sigue obstaculizando las calles y las aceras, dificultando el tránsito vehicular y peatonal.
Las oficinas del gobierno federal en Washington abrirán este miércoles con tres horas de retraso, pero el estado de emergencia en la capital solo será levantado hasta el final de la tarde, cuando se cree queden abiertas la mayor parte de las rutas.
Las escuelas de la capital también volverán a abrir sus puertas, pero las de otros condados vecinos en los estados de Virginia y Maryland continuarán cerradas.
Los aeropuertos de la región han regresado a la normalidad luego de la cancelación de casi 12.000 vuelos durante los últimos cuatro días. Las cifras de este miércoles, según el sitio web FlightAware, son de 1.861 retrasos y solo 200 vuelos cancelados, las cuales son bastante normales.
Eso no quiere decir que todos los que tenían planes de viajar puedan realizarlos de inmediato. Para eso podría tomar todo el resto de la semana.
