El jefe de Policía del condado DeKalb, Cedric Alexander, declaró en conferencia de prensa que Hill logró ingresar a la escuela armado con un rifle de asalto AK-47 detrás de otra persona que tenía autorización para estar allí.
El sospechoso nunca pasó de la oficina administrativa a la entrada de la escuela, donde retuvo a uno o dos empleados por algún tiempo. La bibliotecaria Antoinette Tuff dijo que ella fue una de los rehenes y que consiguió convencerle de bajar sus armas y municiones, aunque Hill le dijo que "estaba dispuesto a morir".
Hill es acusado de asalto agravado a un oficial de la policía, amenazas terroristas y de portar un arma a pesar de ser un ex convicto, pero todavía se desconoce qué lo motivo a disparar dentro de la escuela, o si a pesar de que vive a cinco kilómetros de la misma, tiene alguna conexión con la escuela.
Ninguna persona resultó herida en el tiroteo a pesar de que hubo intercambio de disparos entre Hill y la policía.
El superintendente de las escuelas del condado Dekalb, Michael Thurmond, elogió al profesorado y a las autoridades de la Academia de Enseñanza Discovery Ronald McNair, que llevaron a los pupilos a un lugar seguro, diciendo “este es un día bendito. Todos nuestros niños están a salvo”.
El diario The Atlanta Journal-Constitution informó que tras los disparos, los alumnos fueron evacuados a un campo cercano y varios de ellos se montaron en los autobuses escolares.
De acuerdo al mismo diario, los padres de los alumnos fueron llamados para que fueran a recoger a sus hijos a un centro comercial cerca de la escuela.