El balón fue devuelto por estudiantes de Alaska, a la escuela de educación Media de Kesennuma, en Rikuzentakata, con mensajes de aliento para los jóvenes japoneses que aún permanecen en albergues temporales.
Los estudiantes y funcionarios de la escuela Kesennuma, en Japón, cuando abrieron la caja se sorprendieron y calificaron el regreso de la pelota como ‘un milagro’.
En el mes de abril, expertos informaron que cerca de cinco millones de toneladas de chatarra que arrastró el tsunami flotan en el Océano Pacífico y estiman que llegarán varios objetos a Estados Unidos y Centroamérica durante los próximos cuatro años.