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Suben drásticamente tasas de homicidio en EE.UU.


A Jewish worshipper sleeps next to his weapon near the Western Wall on Tisha B'Av, a day of fasting and lament, in Jerusalem's Old City.
A Jewish worshipper sleeps next to his weapon near the Western Wall on Tisha B'Av, a day of fasting and lament, in Jerusalem's Old City.

El sorpresivo aumento de homicidios en 2015 ocurre tras años de constantes bajas de la tasa criminal.

Cifras oficiales de todo Estados Unidos revelan un inquietante incremento en el número de crímenes en varias de las más importantes ciudades del país este año, y las autoridades no logran explicar el motivo.

El New York Times, informa que más de 30 ciudades estadounidenses han reportado un drástico aumento de homicidios en lo que va del año, comparado con el mismo periodo en 2014.

La cifra total de casos criminales en Washington DC, la capital estadounidense, es de 105, comparada con 73 hace un año.

En la cercana Baltimore, estado de Maryland, 215 personas han sido asesinadas en 2015, mucho más de las 138 que fueron ultimadas en 2014 en el mismo periodo.

El aumento de crímenes también ha sido reportado en ciudades como Milwaukee, Wisconsin, St. Louis, Missouri y Nueva Orleans, Louisiana.

El sorpresivo aumento de los homicidios en 2015 tras años de declinación de la tasa criminal ha dejado a políticos y autoridades policiales anonadados sin poder explicar la causa ni una solución.

Algunos dicen que los policías se han vuelto menos agresivos ante las protestas nacionales por una serie de muertes de afro-estadounidenses bajo custodia policial. Pero el NYT dice que muchos oficiales de policía de alto rango ven una creciente disposición entre los jóvenes desencantados en vecindarios pobres a usar la violencia para solucionar disputas ordinarias.

Más de 70 líderes policiales de algunas de las ciudades más grandes del país se reunieron el mes pasado en una cumbre de emergencia para buscar solución al problema.

El NYT destaca que las tasas de asesinatos y crímenes violentos en general todavía son menores a las cifras récord que se alcanzaron a fines de los años ochenta y principios de los noventa.

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