Miles de soldados mexicanos se encuentran estacionados a lo largo de la norteña población fronteriza de Ciudad Juárez, para ayudar a detener una guerra entre los cárteles de la droga, los cuales convirtieron esa ciudad en la más violenta de México.
Autoridades mexicanas señalan que esperan más de 7.000 soldados y policías federales en Ciudad Juárez para fines de esta semana.
Las autoridades locales solicitaron ayuda al gobierno federal. La Policía ha perdido el control. Los comerciantes afirman que los tiroteos callejeros están alejando a los turistas y clientes que acostumbran llegar a la ciudad ubicada al Sur de la frontera con Estados Unidos.
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El fiscal general de México, Eduardo Medina Mora, dijo que la violencia relacionada con las drogas en la ciudad fronteriza ha causado la muerte de por lo menos 1.000 personas este año.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, señaló que Washington puede ayudar en el entrenamiento de fuerzas mexicanas y puede proveer inteligencia y otros recursos.