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Siria niega deserción de su vicepresidente


El vicepresidente sirio, Farouq al-Shara, en una foto de archivo.
El vicepresidente sirio, Farouq al-Shara, en una foto de archivo.

La televisión estatal asegura en Damasco que el segundo del régimen de Bashar al Assad nunca ha pensado en abandonar el país.

La televisión estatal siria desmintió este sábado que el vicepresidente Farouq al-Shara hubiese desertado tal y como indican versiones según las cuales el alto funcionario del gobierno había estado incluso bajo arresto domiciliario.

Shara, de 73 años , ha figurado en las últimas tres décadas en altos puestos del ejecutivo y es el político de más poder de origen sunita en el régimen del presidente Bashar al Assad, dominado por musulmanes alauitas.

El desmentido responde a declaraciones hechas al canal árabe de televisión Al-Arabiya por el viceministro sirio del petróleo Abdo Hussameddin, quien desertó en marzo pasado.

Hussameddin dijo al canal que la posición del vicepresidente era bien conocida. “ha estado tratando de abandonar Siria (…) pero hay una serie de circunstancias que se lo impidieron, especialmente el hecho de que haya estado bajo arresto domiciliario por algún tiempo” según la fuente.

El régimen de Assad ha sido recientemente sacudido por una serie de deserciones de altos funcionarios, militares y diplomáticos, entre ellas las del primer ministro Riad Hijab y el general Manaf Tlass, un amigo de la infancia del presidente.

Sin embargo, la television estatal siria citó una declaración de la oficina de Shara de acuerdo con la cual el vicepresidente “nunca pensó ni por un momento abandonar el país”.

El canal dijo además que Shara dio su beneplácito a la designación el viernes por Naciones Unidas del veterano diplomático argelino Lakhdar Brahimi como nuevo enviado especial para Siria del organismo mundial, en reemplazo de Kofi Annan.

Activistas de la oposición reportaron que este sábado fuerzas militares del régimen prosiguieron sus ataques aéreos contra posiciones rebeldes, entre ellas en la ciudad de Azaz, en la frontera con Turquía, donde hace pocos días más de 40 civiles murieron víctimas de los bombardeos.
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