Las evacuaciones de ciudades sirias sitiadas se reanudaron el miércoles, después que se pusieran en suspenso por un ataque con bomba el sábado que mató a por lo menos 126 personas.
La prensa estatal siria y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos dijeron que autobuses llevaron a 3.000 personas de ciudades de Foua y Kfarya, en poder del gobierno, que han estado sujetas a sitios por parte de combatientes rebeldes.
Las transferencias están siendo hechas como parte de un acuerdo alcanzado el mes pasado.
El ataque con bomba del sábado en Rashideen impactó en un convoy de autobuses que transportaba gente de áreas pro gubernamentales, y la mayoría de los muertos eran evacuados.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condenó el ataque en una declaración el martes, calificándolo como “barbárico y cobarde”.