La presidenta de la Comisión de Inteligencia del Senado, Dianne Feinstein, planea someter a votación este jueves la desclasificación de un reporte sobre los interrogatorios de prisioneros sospechosos de pertenecer a al-Qaeda que hizo la CIA durante el gobierno del presidente George W. Bush.
El voluminoso reporte de 6.300 páginas establece que a Agencia Central de Inteligencia ocultó detalles sobre la severidad de los métodos de interrogación, exageró sus resultados y les dio crédito en la obtención de información que en realidad se había logrado antes de los interrogatorios más duros.
Feinstein, quien ha estado enfrentada públicamente con la Agencia por otra sospecha de que computadoras de la Comisión fueron hackeadas, planea hacer público un resumen ejecutivo del reporte que será entregado al presidente Obama.
El informe es, hasta ahora, el más completo sobre este programa que fue establecido pocos meses después de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
De momento ya ha recibido el apoyo de otros dos senadores, Angus King, un independiente, y Susan Collins, una republicana, quienes han expresado que piensan que por transparencia, el resumen ejecutivo del reporte, los puntos de opinión adicionales y los disensos, así como los alegatos de la CIA deben publicarse para que el público estadounidense pueda sacar sus propias conclusiones.
El reporte no recomienda nuevas acciones administrativas ni investigaciones judiciales sobre el programa de interrogatorios, que fue desmantelado por el gobierno del presidente Barack Obama en 2009.
El voluminoso reporte de 6.300 páginas establece que a Agencia Central de Inteligencia ocultó detalles sobre la severidad de los métodos de interrogación, exageró sus resultados y les dio crédito en la obtención de información que en realidad se había logrado antes de los interrogatorios más duros.
Feinstein, quien ha estado enfrentada públicamente con la Agencia por otra sospecha de que computadoras de la Comisión fueron hackeadas, planea hacer público un resumen ejecutivo del reporte que será entregado al presidente Obama.
El informe es, hasta ahora, el más completo sobre este programa que fue establecido pocos meses después de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
De momento ya ha recibido el apoyo de otros dos senadores, Angus King, un independiente, y Susan Collins, una republicana, quienes han expresado que piensan que por transparencia, el resumen ejecutivo del reporte, los puntos de opinión adicionales y los disensos, así como los alegatos de la CIA deben publicarse para que el público estadounidense pueda sacar sus propias conclusiones.
El reporte no recomienda nuevas acciones administrativas ni investigaciones judiciales sobre el programa de interrogatorios, que fue desmantelado por el gobierno del presidente Barack Obama en 2009.
