El equipo ruso de pista y campo no podrá participar de los Juegos Olímpicos de Rio, este verano al quedar al descubierto una extensa conspiración de dopaje.
El castigo sin precedente en los anales de la historia olímpica, fue anunciado el viernes por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo, IAAF.
"Es muy claro que ha habido décadas de dopaje en Rusia (y las autoridades rusas) han admitido que han heredado una cultura de dopaje desde los tiempos de la Unión Soviética", dijo en conferencia de prensa Rune Andersen, funcionario de la IAAF encargado del grupo de tarea que investigó el caso.
La decisión debe ser discutida por el Comité Olímpico Internacional (COI) el próximo martes, pero se prevé que la decisión de la IAAF se mantenga.
"La elegibilidad de los atletas es competencia exclusiva de la IAAF", subrayó el presidente de la IAAF, el exatleta británico, Sebastian Coe.
Los rusos ya estaban suspendidos desde hace siete meses, luego que un reporte de la Agencia Mundial Anti-Doping acusó al gobierno de mantener un elaborado programa de dopaje.
En una entrevista con el periódico estadounidense The New York Times, el exdirector del laboratorio antidoping ruso, Grigory Rodchenkov, dijo que el gobierno ruso le encargó asegurar la dominancia de su país en las competiciones internacionales.
Rodchenkov reveló que el repartía un coctel de tres drogas prohibidas y licor a los funcionarios deportivos rusos, que a su vez, se las proporcionaban a los atletas.
Rusia ha negado hasta ahora las acusaciones, pero ha prometido reformas que al final han sido consideradas insuficientes.
El ministro ruso de Deportes, Vitaly Mutko, dijo estar "extremadamente decepcionado" por la decisión de la IAAF.
La IAAF, por su parte, asegura que la política no ha tenido nada que ver con la decisión.