Hace 50 años, el Partido Comunista Chino comenzó su Revolución Cultural con la promesa de que traería una sociedad más justa, y que en la práctica solo llevó a un desastre social y económico.
El aniversario de la Revolución, que se cumple este 16 de mayo, fue prácticamente ignorado por la prensa estatal china, lo que refleja la sensibilidad que rodea a una etapa que más tarde sería declarado una "catástrofe".
El 16 de mayo de 1966, el Politburó del partido liderado por el presidente Mao Zedong se reunió para purgar a cuatro de sus altos cargos que habían caído en desgracia con el gobierno. De la reunión salió también un documento que anunciaba el inicio de un plan a 10 años para continuar con la lucha de clases e implicar a la población en movimientos políticos de masas.
Lo que siguió no fue la utopía comunista que Mao planeó sino un brutal período de violencia, escasez de alimentos y dificultades económicas que llevó a la persecución y la muerte de millones de personas.
Ahora parece que el gobierno chino prefiere olvidar por completo la Revolución. No hubo eventos oficiales el lunes ni tampoco menciones del aniversario en los periódicos chinos.
En lugar de eso, los principales titulares estuvieron dedicados a Donald Trump y al exalcalde de Londres, Boris Johnson, y su comparación de la UE con la Alemania del Tercer Reich, la furia del gobierno chino sobre un reciente reporte del Pentágono y sobre los intentos de la policía de localizar a niños desaparecidos.
Solo el South China Morning Post, un periódico de Hong Kong, la región semiautónoma china, pidió a la nación recordar su pasado o arriesgarse a repetirlo.
A pesar de rechazo formal del partido al movimiento cinco años después de que terminara, vestigios de la Revolución Cultural siguen presentes en el autoritario sistema político chino, como la intolerancia a la disidencia y un apoyo incondicional a los líderes del partido.
