La operación para remover y destruir las armas químicas de Siria continúa retrasada por problemas de seguridad y el mal tiempo.
Varios países han enviado barcos de guerra para escoltar las armas cuando sean sacadas de Siria, pero la carga que esperan todavía no llega a las costas libias. No obstante, funcionarios involucrados en la operación insisten en que todo se desarrolla de acuerdo a lo planeado.
La fragata noruega Helge Ingstad actualmente aguarda en aguas internacionales la orden de entrar a Siria.
Muy cerca también está el Taiko, uno de los barcos de contenedores más grandes del mundo, que transportará las armas químicas hacia un barco estadounidense adaptado especialmente para manejar el arsenal.
El comandante del barco noruego, Per Rostad, dice percibir “el nivel de amenaza como muy manejable, pero puede haber otros problemas… con los contenedores, con el alineamiento, con las máquinas, ese tipo de cosas”.
Primero, las armas deben ser transportadas al puerto de Latakia. El mes pasado, las fuerzas gubernamentales sirias recapturaron dos pueblos clave en la ruta de Damasco hacia Latakia. Pero los continuos problemas de seguridad y el mal tiempo significaron que no se cumplió con la fecha límite del 31 de diciembre.
Pero los grupos de la oposición al gobierno sirio ven con buenos ojos el progreso que ha habido. “La inhabilitación de estas armas sería un gran éxito de la comunidad internacional en general y no solo una victoria para la nación siria”, afirma Mahmoud al-Hamza, uno de los líderes del opositor Consejo Nacional Sirio.
“Por supuesto, hablamos en contra de estas armas, pero para nosotros, las condiciones de vida reales que encaran y les importan a los sirios son más importantes”, dice.
Varios países han enviado barcos de guerra para escoltar las armas cuando sean sacadas de Siria, pero la carga que esperan todavía no llega a las costas libias. No obstante, funcionarios involucrados en la operación insisten en que todo se desarrolla de acuerdo a lo planeado.
La fragata noruega Helge Ingstad actualmente aguarda en aguas internacionales la orden de entrar a Siria.
Muy cerca también está el Taiko, uno de los barcos de contenedores más grandes del mundo, que transportará las armas químicas hacia un barco estadounidense adaptado especialmente para manejar el arsenal.
El comandante del barco noruego, Per Rostad, dice percibir “el nivel de amenaza como muy manejable, pero puede haber otros problemas… con los contenedores, con el alineamiento, con las máquinas, ese tipo de cosas”.
Primero, las armas deben ser transportadas al puerto de Latakia. El mes pasado, las fuerzas gubernamentales sirias recapturaron dos pueblos clave en la ruta de Damasco hacia Latakia. Pero los continuos problemas de seguridad y el mal tiempo significaron que no se cumplió con la fecha límite del 31 de diciembre.
Pero los grupos de la oposición al gobierno sirio ven con buenos ojos el progreso que ha habido. “La inhabilitación de estas armas sería un gran éxito de la comunidad internacional en general y no solo una victoria para la nación siria”, afirma Mahmoud al-Hamza, uno de los líderes del opositor Consejo Nacional Sirio.
“Por supuesto, hablamos en contra de estas armas, pero para nosotros, las condiciones de vida reales que encaran y les importan a los sirios son más importantes”, dice.
