Después de casi dos años de estar en prisión, en Nicaragua, el ciudadano estadounidense, Jason Puracal, de 35 años salió en libertad luego que una corte de apelaciones anuló su sentencia inicial de 22 años de cárcel por tráfico de drogas y lavado de dinero.
Puracal abandonó la prisión acompañado por su abogado, pero no dio declaraciones a la prensa. También se supo que las autoridades nicaragüenses no han otorgado el permiso para que pueda abandonar el país.
En todo momento Puracal, quien era voluntario de los Cuerpos de Paz y trabajaba en la industria de Bienes Raíces, mantuvo su inocencia y su caso llamó la atención de abogados estadounidenses, políticos y activistas por los derechos civiles.
El año pasado Puracal fue hallado culpable de los cargos mencionados junto a otros 10 nicaragüenses, después de ser detenido en 2010.
Pero este miércoles, la Corte de Apelaciones decidió unánimemente retirar los cargos a Puracal, debido a una serie de inconsistencias presentadas durante el juicio, donde no se consideró la evidencia preparada por su defensa, lo que se consideró una violación a sus derechos.
La fiscalía de Nicaragua está estudiando el caso para decidir cuál será el siguiente paso y si presentarán una apelación ante una instancia superior.
Puracal abandonó la prisión acompañado por su abogado, pero no dio declaraciones a la prensa. También se supo que las autoridades nicaragüenses no han otorgado el permiso para que pueda abandonar el país.
En todo momento Puracal, quien era voluntario de los Cuerpos de Paz y trabajaba en la industria de Bienes Raíces, mantuvo su inocencia y su caso llamó la atención de abogados estadounidenses, políticos y activistas por los derechos civiles.
El año pasado Puracal fue hallado culpable de los cargos mencionados junto a otros 10 nicaragüenses, después de ser detenido en 2010.
Pero este miércoles, la Corte de Apelaciones decidió unánimemente retirar los cargos a Puracal, debido a una serie de inconsistencias presentadas durante el juicio, donde no se consideró la evidencia preparada por su defensa, lo que se consideró una violación a sus derechos.
La fiscalía de Nicaragua está estudiando el caso para decidir cuál será el siguiente paso y si presentarán una apelación ante una instancia superior.
