Enlaces para accesibilidad

Promesas de campaña: Lo que depara la agenda de Trump


Durante la campaña Trump prometió proteger la segunda enmienda, que da derecho a la posesión de armas y una Corte Suprema conservadora podría blindar ese tema.
Durante la campaña Trump prometió proteger la segunda enmienda, que da derecho a la posesión de armas y una Corte Suprema conservadora podría blindar ese tema.

Si el presidente electo cumple sus promesas electorales, el país está al borde de un cambio radical en política nacional y exterior.

Apoyándose en la mayoría republicana en ambas cámaras del Congreso, y aún sin ella, Donald Trump podría implementar rápidamente el tipo de reformas y programas que prometió durante su campaña, y desmantelar el legado de Barack Obama una vez asuma la presidencia.

“Hoy es el momento de hacer temblar la Tierra”, dijo William J. Bennet al diario The Washington Post. “Cualquier cosa es posible”.

Esa frase puede ser exagerada, pero si Trump cumple sus promesas electorales, el país está al borde de un cambio radical en política nacional y exterior.

Algunas de esas promesas las puede cumplir por sí solo, como por ejemplo, cancelar las órdenes ejecutivas que dan protección contra la deportación a cientos de miles de jóvenes que entraron al país de forma indocumentada cuando eran menores de edad (DACA), o las que favorecen el acercamiento con Cuba.

Otras, como la revocación de la emblemática ley de Obama sobre cuidado de la salud, conocida como Obamacare, retirarse del histórico acuerdo nuclear con Irán, levantar un muro a lo largo de la frontera estadounidense con México y vetar temporalmente la inmigración de países con lazos terroristas, necesitan la aprobación del Congreso o la bendición de los tribunales.

Pero, de nuevo, teniendo la mayoría en el Congreso, sería solo cuestión de tiempo y de afinar el lenguaje.

En el área de seguridad nacional, Trump puede ordenar a sus generales la elaboración de un plan para detener y destruir rápidamente al Estado Islámico, pero si el plan requiere enviar más soldados a Irak o invadir Siria, nuevamente el Congreso tendría que intervenir.

Sin duda, también nominará prontamente a un conservador para llenar la vacante en la Corte Suprema de Justicia dejada tras la muerte del juez Antonin Scalia.

Durante la campaña Trump prometió proteger la segunda enmienda, que da derecho a la posesión de armas y una Corte Suprema conservadora podría blindar ese tema, además de echar vuelta atrás a la jurisprudencia en temas como el aborto, la discriminación a la inversa, el matrimonio gay y la igualdad de género, entre otros.

Pero aunque Trump habló y prometió reformas en esos temas, rara vez llegó a dar detalles de lo que piensa hacer como alternativa, más allá de decir que todo sería “tremendo”, “mucho, mucho mejor” y de terminar pidiendo tener fe en su capacidad con un “créanme”.

En el tema de la transparencia, también queda por ver si ahora que ha sido elegido, Trump cumple con la promesa de dar a conocer sus declaraciones de impuestos.

Tampoco está claro si Trump, un candidato muy fuera de lo habitual, adoptará muchas de las tradiciones de la presidencia.

Llega a la Casa Blanca con su propio jet, así como un hotel a apenas unas cuadras de la avenida Pennsylvania. Nunca permitió a periodistas que viajaran en su avión durante la campaña, como es habitual en los aspirantes a la Casa Blanca y el miércoles por la noche, el personal de Trump dijo que no llevarían a la prensa a Washington, rompiendo un arraigado protocolo.

XS
SM
MD
LG