El ejército de Chile destituyó a tres jefes de la policía militar, los que podrían recibir su baja del cuerpo tras un juicio, en respuesta a una investigación sobre corrupción de los jerarcas realizado por un programa de la televisión estatal.
Los jefes de la policía militar mantenían un negocio ilícito con una empresa privada de seguridad a la que le suministraban conscriptos como guardias a bajo costo desde abril de 2009.
Los oficiales destituidos del regimiento de policía militar, en cuyo interior funciona una cárcel especial para altos militares procesados por violaciones a los derechos humanos, son el coronel Jaime Espinoza, comandante del regimiento, el vicecomandante, teniente coronel Hernán Camus, y el oficial de operaciones Pedro Romero.
El reportaje de la televisión estatal chilena generó un escándalo en el país, después de que las imágenes y la investigación periodística denunciara el uso como guardias privados de efectivos que están cumpliendo su servicio militar, a los que se les pagaban sumas menores.
Un comunicado del ejército señaló que los tres oficiales fueron removidos de sus funciones mientras se realiza un sumario.