Funcionarios del Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunciaron, este lunes, un nuevo plan para ayudar a los bancos a deshacerse de aquellos activos estén congestionando el sistema financiero y restituir el flujo de dinero necesario para reactivar la economía.
El plan incluye hasta US$ 100.000 millones de fondos federales previamente asignados para ser usados en conjunción con inversiones privadas y eliminar las “cuentas tóxicas” de los bancos.
El “Programa de Inversión Público Privado” combinaría el dinero de los contribuyentes con fondos privados para comprar activos incobrables entre US$ 500 mil millones y un billón de dólares a bancos en quiebra.
Se espera que los bancos comiencen a prestar de nuevo si se liberan de los activos incobrables.
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El dinero provendría parcialmente de un programa de rescate económico que el Congreso aprobó el año pasado.
El sistema financiero cayó en un caos a fines del año pasado después que cientos de miles estadounidenses dejaron de pagar sus préstamos hipotecarios, lo que redujo los fondos disponibles para que los bancos presten al público.
La crisis inmobiliaria de Estados Unidos contribuyó a desatar la recesión mundial.