El embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, propuso una estrategia de seguridad para la frontera con México, como forma de eliminar la violencia y el tráfico de drogas y armas.
Pascual presentó su propuesta en el Foro de Seguridad Fronteriza en la Universidad de Texas en El Paso (UTEP).
En primer lugar, el embajador dijo que se debería lograr “recuperar la calma en vecindarios y comunidades”. ¿Cómo se haría esto?
Policías y oficiales del Ejército deberían vigilar a los vecinos en perímetros de cinco cuadras, después siete y así en sucesivo crecimiento, hasta que se sientan seguros.
"Esto alentará la participación comunitaria de organizaciones civiles y sociales", consideró.
En segundo lugar, el embajador dijo que México y Estados Unidos deberían hacer de la región fronteriza una zona comercial “de gran competitividad”.
Pero para lograr esto, ambos países deberían estrechar sus lazos y establecer como prioridad reducir el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, y el de armas hacia México.
Pascual dijo que en la zona fronteriza con Tijuana, los gobiernos locales han fijado modelos de cooperación “exitosos”, que deberían ser emulados en Ciudad Juárez, donde la violencia por la guerra al narcotráfico va en aumento.
Desde Estados Unidos, el embajador dijo que se invirtieron $ 250 millones de dólares en apoyo a Ciudad Juárez a través de la agencia USAID.
Dijo, además, que su gobierno se fijó como meta bajar la demanda de drogas en un 15 por ciento entre los jóvenes y en un 10 por ciento entre los adultos.