A partir de enero, un grupo de cubanos varados en Costa Rica serán los primeros en beneficiarse de un acuerdo que permitirá su traslado a El Salvador para luego seguir con su viaje rumbo a su destino final: Estados Unidos.
Pero, ellos no deben ser los únicos en recibir el beneficio, así lo planteó el vicecanciller de Panamá, Luis Miguel Hincapié, quien pidió que los cubanos asentados en su territorio, alrededor de 1.000, deben recibir el mismo tratamiento.
"Panamá va a seguir trabajando. Esto no puede ser una solución sólo de Costa Rica, sólo de Panamá o sólo de Nicaragua. Tiene que ser una solución en conjunto de todos los países de Centroamérica", sostuvo Hincapié.
Según lo acordado en Guatemala entre los países comprometidos, un grupo de 250 cubanos de los 8.000 que están en Costa Rica serán trasladados a El Salvador desde donde iniciarán un recorrido en autobús hacia la frontera norte de México.
Por su parte el diplomático panameño también promovió el establecimiento de una política de fronteras abiertas en Centroamérica para evitar el tráfico de personas.
Por lo pronto, aseguró que los cubanos que se encuentran en su territorio están recibiendo "el trato humanitario que se merecen: alimentación, salud y cobija".
Asimismo, el director del Servicio Nacional de Migración de Panamá, Javier Carrillo explicó que la situación de los cubanos en Panamá es excepcional porque a pesar que necesitan visa para ingresar al país, se les ha permitido su estancia.
Los cubanos en Panamá "están en el limbo porque no están ilegales, pero tampoco están legales", afirmó Carrillo.
