El presidente de Estados Unidos, Barack Obama se reunirá con un grupo bipartidista de legisladores en la Casa Blanca, este jueves, para poner en marcha su próxima mayor iniciativa legislativa, la reforma al sistema de inmigración.
Algunos legisladores y funcionarios del gobierno creen que es difícil que un proyecto de ley final sobre inmigración se apruebe este año, en tanto en Congreso está ocupado con otras leyes importantes como la referida al cuidado del medio ambiente y a la atención de la salud.
Pero el senador demócrata Charles Schumer, que preside la Comisión Judicial del Senado que tiene que ver con temas de inmigración, dijo que tiene confianza en que se logre un acuerdo bipartidista sobre la ley en el Senado, antes de fin de año.
Schumer ha presentado un plan que creará una vía para que 12 millones de inmigrantes ilegales en Estados Unidos puedan llegar a ser ciudadanos. También quiere que los inmigrantes posean tarjetas de identificación a prueba de falsificación, que incluyan un identificador electrónico, o biométrico, como las huellas digitales.
Durante una conferencia de organizaciones evangélicas la semana pasada, el presidente Barack Obama dijo que está comprometido a pasar una reforma que le daría la oportunidad a los millones de indocumentados en este país de legalizarse siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos.
"El pueblo estadounidense cree en la inmigración, pero también cree que no podemos tolerar una situación en la que la gente viene a Estados Unidos en violación de la ley", dijo el mandatario. "Tampoco podemos tolerar a empleadores que se aprovechan de los trabajadores indocumentados para mantener los sueldos bajos".
Obama agregó que aquellos que aspiren a la ciudadanía deberían tener que pagar una multa, aprender inglés y tomar su turno en la fila de espera para tramitar sus papeles.