El segundo partido de la jornada no fue sin duda el mejor de la noche.

Francia y Uruguay llegaron con pocas ideas a un partido en el que parecieron estar más preocupados por defender que por atacar.

Alguna sorpresa de Diego Forlan, por el lado de los sudamericanos, mientras que Anelka y Henry por el lado francés dieron espontáneos momentos de creatividad al frente de ambos equipos, pero no suficiente para conseguir los tres puntos.

El Grupo A tiene ahora a sus cuatro equipos con la misma cantidad puntos, por lo que los resultados de la siguiente ronda serán decisivos para definir a las dos naciones que continúen en el torneo y a las otras dos que harán maletas y partirán de regreso a sus respectivos países.

Mañana es el debut de EE.UU. ante Inglaterra y de Argentina que enfrentará a Nigeria, el segundo equipo africano de la jornada mundialista.

México vs. Sudáfrica

El equipo mexicano salió con las armas cargadas pero Sudáfrica fue más astuto.

En los primeros minutos del partido México llevó claro peligro a la meta local, pero no logró definir.

Poco a poco los sudafricanos, que entraron nerviosos, fueron encontrando los huecos por donde empezaron a aproximarse a la meta del Tri.

Los tiros aéreos fueron las mejores armas de los locales y cerca estuvieron de abrir el marcador en el final del primer tiempo.

Los aztecas eran los dueños del balón pero no lograban concretar sus jugadas, además de encontrarse con un inspirado Khune, el meta sudafricano, que ahogó el grito de gol de los seguidores mexicanos que llegaron al Estadio Soccer City, en Johannesburgo.

Al inicio del segundo tiempo Sudáfrica se mostró decido a buscar la victoria y cerca estuvo de lograrla.

El minuto 55 Tshabalala explotó su velocidad por la banda izquierda y lanzó un zarpazo mortal que se coló en la esquina superior izquierda del arco mexicano.

El público reventó en alegría y la fiesta renació en el graderío local.

Luego del primer tanto, Sudáfrica se mostró más seguro, aunque decidió cargarse atrás, lo que le sirvió a los mexicanos, que sin ideas claras, encontraron el empate de los botines de su capitán Rafael Márquez.

El gol cayó como un balde de agua fría para los sudafricanos que despertaron y se lanzaron una vez más al ataque.

México se vio muy débil y Sudáfrica cerca estuvo de marcar el segundo, pero el poste derecho le dijo “no” a una selección que ya demostró estar decidida a pelear hasta el final.