Unos 10 mil cadáveres de víctimas de la violencia del crimen organizado, entre ellos emigrantes centroamericanos y mexicanos, permanecen sin identificar en México, según denunciaron activistas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Al menos 1.200 fueron recuperados entre 2006 y 2011 en 310 fosas clandestinas distribuidas en todo el territorio mexicano y las 8.800 estaban sin identificar en México hasta abril de 2011, según cifras de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho presentadas este viernes ante la CIDH por la directora de esa organización, Mercedes Doretti.
En una audiencia ante el organismo, varias ONG denunciaron la lentitud y falta de efectividad de México a la hora de buscar e identificar a los emigrantes centroamericanos desaparecidos en ese país en su intento de llegar a Estados Unidos, ante la sospecha de que muchos de ellos formen parte de los mil 200 hallados en fosas clandestinas.