El cadáver de un sacerdote del convulsionado estado de Michoacán fue encontrado baleado el sábado en una carretera de la zona, informó la fiscalía regional mexicana.
El religioso Alfredo López Guillén, quien había desaparecido esta semana, es el tercer cura asesinado en los últimos siete días.
El lunes pasado se encontraron los cadáveres, también baleados, de dos sacerdotes desaparecidos en el estado de Veracruz, en el este de México.
El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, dijo el jueves a una emisora que el sacerdote desapareció de su parroquia junto con un adolescente con el cual se encontraba.
Pero la agencia AFP informa que una fuente de la fiscalía de Michoacán indió el domingo que el menor no estaba en el templo donde fue visto por última vez el párroco.
El cadaver del padre López, fue encontrado el sábado por la noche en un paraje del predio Las Guayabas, en la carretera Puruándiro-Zináparo de Michoacán, una demarcación fuertemente golpeada por el narcotráfico.
El automóvil Jetta del padre López fue encontrado volvado en la carretera Zacapu-Quiroga, en la misma zona.
Según los resultados de la autopsia, "la causa de la muerte es por heridas producidas por proyectil de arma de fuego", indica el comunicado de la fiscalía de Michoacán.
López fue visto por última vez la noche del lunes 19 de septiembre, cuando acudió a un establecimiento comercial para ordenar 4 raciones de comida a domicilio, que recibió "personalmente en la parroquia¨.
AFP cita a una fuente anónima de la fiscalía, indicando que el joven que el gobernador de Michoacán dijo que había desaparecido con el religioso declaró que "sí había pasado el día con el sacerdote, pero que ya no volvió con él por la noche a la parroquia".
Según la fiscalía, López llamó el mismo lunes a una trabajadora encargada de prepararle la comida que al día siguiente no se presente a prepararle el almuerzo.
El miércoles los familiares del sacerdote llamaron a las autoridades después de que supieran que no se presentó a la parroquia el martes y no lo encontraran.
El comunicado de la fiscalía indica que las autoridades forzaron la puerta del inmueble para abrirla, porque todo estaba con candados y llaves, y encontraron ropa y objetos en el piso.
Con información de AFP
Los dos vehículos del sacerdote, una camioneta tornado y un automóvil Jetta modelo reciente, no se encontraban.
