El juez Lewis Kaplan escuchó a al-Libi de 49 años, al que la agencia de noticias France Press describe como 'visiblemente agotado', y ordenó que permanezca detenido por riesgo de fuga. Una nueva audiencia fue fijada para el 22 de octubre.
Abu Anas al-Libi, había permanecido a bordo del USS San Antonio en el Mar Mediterráneo desde su captura el 5 de octubre y se esperaba que permaneciera en altamar por un largo período, durante el cual sería interrogado por especialistas estadounidenses.
Sin embargo, al-Libi padece de Hepatitis-C crónica, cuya seriedad fue conocida después de su captura, por lo que tuvo que ser traído a tierra para recibir un tratamiento adecuado que no estaba disponible en el barco.
Al-Libi, cuyo nombre completo es Nasih Abdul-Hamed al-Ruqai, ha estado requerido en Nueva York por más de una década. Está acusado de ayudar a planear los atentados en las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania en 1988.
El sospechoso estaba en la lista de los más buscados del FBI pero su familia niega que tenga vínculos con al-Qaeda.
Oficiales de inteligencia pudieron interrogar a al-Libi mientras permaneció en el barco estadounidense, pero no se sabe si cooperó o no.