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Uruguay y los más pobres


En Uruguay, el 59 por ciento de los pobres apoyan al candidato del Partido Nacional, Luis A. Lacalle, según un analista político.
En Uruguay, el 59 por ciento de los pobres apoyan al candidato del Partido Nacional, Luis A. Lacalle, según un analista político.

En Uruguay, al contrario de otros países de América Latina, los estratos sociales bajos suelen apoyar más los partidos tradicionales de centro-derecha. El Frente Amplio, sin embargo, aumentó poco a poco su caudal de votos entre los pobres.

La percepción de muchos uruguayos es que José “Pepe” Mujica, candidato presidencial del Frente Amplio, recibe gran parte del apoyo de la clase baja, y Luis A. Lacalle, candidato del Partido Nacional, de la clase media-alta.

Si bien es cierto que Mujica tiene un perfil “popular” que atrajo a más votantes de los estratos sociales bajos, el Frente Amplio fue desde su inicio un partido de izquierda que recibía su apoyo de la clase media, universitaria e intelectual, dijo a la Voz de América el analista político Juan Carlos Doyenart, director de Interconsult.

Con los años, el partido comenzó a “entrar” en los sectores más pobres, pero gran parte de sus votos aún provienen de la clase media uruguaya, que es la mayoritaria en el país.

“Justo vengo de una charla donde estaba el sociólogo César Aguiar y presentó una encuesta sobre este tema donde decía lo mismo”, dijo Doyenart. “Se construyó en el imaginario colectivo la idea de que los pobres votan al Frente Amplio y los ricos votan a los partidos tradicionales, el Partido Nacional y el Partido Colorado”.

Sin embargo, estas elecciones, el 59 por ciento de los pobres votarían a Lacalle y el 40 por ciento a Mujica, según Doyenart.

La explicación a este fenómeno es que “los sectores menos educados, que están más al margen del sistema productivo, desconfiaron históricamente de la izquierda, los ven muy lejanos. Recién en los últimos tiempos la izquierda tuvo un discurso para este sector y comenzó a ganar su apoyo”, dijo.

El hecho de que el 40 por ciento de los pobres voten a Mujica es un porcentaje alto para el Frente Amplio, de acuerdo al analista político, y es una tendencia que puede continuar acentuándose.

“La particularidad del Uruguay es que tanto el Frente Amplio como los partidos tradicionales son poli-clasistas, o sea, abarcan todos los sectores sociales”, agregó.

“En el exterior ven a nuestro país como si fuera Bolivia, donde Evo Morales recibió el apoyo de los pobres, que son el 75 por ciento de la población. Pero aquí no es así, aquí los pobres representan cerca del 20 por ciento de la población. Si tuvieras un partido que apela sólo a los pobres no ganás nunca una elección”.

Incluso el Plan de Emergencia, implementado por el actual gobierno del Frente Amplio para asistir a los hogares en extrema indigencia, llegó a poca gente en términos relativos de votos, dijo Doyenart.

Este plan, que incluía entre varios de sus programas una transferencia de dinero a los hogares en situación de emergencia, abarcó un total de 102.353 hogares. Los detractores del plan suelen criticar lo que perciben como un objetivo “político” de darle dinero a los pobres para juntar votos, algo que el Ministerio de Desarrollo Social del Uruguay rechazó.

Otro argumento que contradice la idea de que más pobres votarán al Frente Amplio por el Plan de Emergencia es que muchos de los que no fueron incluidos en el plan criticaron al gobierno, según Doyenart.

“Los sectores carenciados que no fueron incluidos en el Plan de Emergencia rechazaron esta política, porque si bien ellos no estaban en situación de extrema indigencia, tenían que salir a trabajar y encontraban que sus vecinos, en el mismo asentamiento, ganaban plata del gobierno”, explicó.

Tal es el caso de Patricia Goros, una empleada doméstica que dijo que votará a Lacalle. “Ya lo tuvimos como presidente y para mí hizo las cosas como tenían que ser, justas”, consideró.

“Mujica no me agrada en el sentido de que está haciendo que los pobres se queden esperando. Estoy contra programas como el Plan de Emergencia, porque es más fácil para los que se quedan quietos. Le dan un sueldo y se quedan en casa. Eso no es justo, al menos lo pienso yo. Si quiero sacar adelante a mi familia me lo tengo que trabajar. Cómo puede ser que con el Plan de Emergencia hay gente que paga $ 50 pesos de luz y yo abono $ 1.880 pesos, a eso voy”, dijo.

Por otra parte, también hay muchas personas pobres que votarán a Mujica porque están satisfechos con algunas de las políticas que implementó el actual gobierno del Frente Amplio y que el candidato prometió continuar.

Mariela Burlón, empleada doméstica, dijo que no votará a Lacalle “bajo ningún concepto”.

“Quiero que gane el Frente. Antes no teníamos ni voz ni voto como empleadas domésticas. Con este gobierno logramos una ley que reguló nuestro horario de trabajo, los descansos obligatorios, el subsidio por desempleo, por enfermedad y cobertura de salud, y otros derechos que antes no teníamos como otros trabajadores”.

Burlón también dijo estar de acuerdo con la convocatoria de los Consejos de Salarios para la fijación de salarios mínimos, categorías y otros beneficios en Uruguay. El sector de las empleadas domésticas estuvo representado en los Consejos de Salarios, y si bien aún no pudieron mejorar el salario mínimo, lograron otros derechos tal como licencias especiales por estudio y beneficios por antigüedad, explicó.

Por eso, a la hora de evaluar qué piensan las clases bajas uruguayas sobre un candidato u otro, la realidad es más compleja de lo que parece, sintetizó el analista político Juan Carlos Doyenart.

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