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Crisis financiara no detiene a inmigrantes


Miles de inmigrantes siguen llegando a Estados Unidos en busca de trabajo, apesar de la crisis que afecta al país.
Miles de inmigrantes siguen llegando a Estados Unidos en busca de trabajo, apesar de la crisis que afecta al país.

Inmigrantes centroamericanos intentan encontrar trabajo en Estados Unidos pese a la crisis económica de este país.

Con la crisis económica de Estados Unidos no se pueden producir puestos de trabajo, y las posibilidades de obtener una recompensa luego del largo viaje al norte desde Centroamérica son más bajas que nunca. Aún así, hay muchos dispuestos a arriesgar sus vidas por un futuro mejor.

En un refugio para migrantes guatemaltecos en la frontera con México, más de dos docenas de los centroamericanos se preparan para otro día como nómadas. El grupo acaba de comerse el desayuno proporcionado por el albergue, y ese probablemente será su última comida completa por varios días, mientras se preparan para cruzar el río a sólo cuadras de distancia, y hacia el norte a través de México.

Peligros en el camino
Antes de que algún migrante salga, un trabajador social les recuerda una vez más los peligros que les esperan el resto del viaje.

El trabajador social les explica a los hombres, que viajan junto con un grupo de tres mujeres con un niño de dos años de edad, qué es lo que pueden esperar en el viaje hacia el norte. Robos, violadores, e incluso animales silvestres se convierten en graves riesgos para los que intentan cruzar México ilegalmente.

Ésto sin considerar presuntos funcionarios de inmigración y policía corruptos, expresó Ángel Santos González, quien trabaja con potenciales migrantes en la ciudad fronteriza de Tecún Umán, Guatemala.

Por si eso fuera poco, González explica que bandas organizadas de delincuentes han incrementado sus operaciones a lo largo de las rutas más frecuentadas.

González añadió que estas bandas secuestran a los migrantes y extorsionan a sus familias en Centroamérica. Las bandas de delincuentes también son conocidas por matar a sus cautivos a fin de cosechar sus órganos para luego venderlos con altos precios en las calles de Estados Unidos.

Poca recompensa es mejor que ninguna
Con el peligro constante a lo largo de la ruta, y las oportunidades de empleo más bajas de lo que han estado en décadas desde la crisis financiera del 2008, la recompensa de embarcarse en este arriesgado viaje es más baja que nunca. Sin embargo, decenas de migrantes continúan insistiendo pasar a través de Tecún Umán.

Un salvadoreño que prefirió ser identificado sólo como José, dice que ha sido deportado de Estados Unidos cuatro veces. Motivado por la falta de empleos en su país y la gran posibilidad de trabajar en EE.UU., realizará su quinto viaje al norte a través de México.

"Siempre que voy a EE.UU., no tengo dinero. Siempre, sabe. Yo vengo del Salvador. Pero cuando estaba en Estados Unidos, yo hice dinero para comprar mi casa en mi país, de manera que es muy bueno. En mi país ahora mismo tengo un año sin empleo. Mi situación es muy dura ahora ", afirmó José.

Como la mayoría de los migrantes que pasan por la zona, José entiende que Estados Unidos también sufre tiempos difíciles económicamente.

Muchos de los residentes en Tecún Umán dicen que han visto una disminución en el número de migrantes que intentan el viaje y sospechan que la mala economía estadounidense podría ser una de las razones. Adrian Méndez ha trabajado en la ciudad durante 20 años; él conduce una bicicleta taxi.

Méndez piensa que el flujo de inmigrantes ha disminuido en los últimos años. Él atribuye la caída al aumento de los peligros en el camino, un aumento en la vigilancia del lado mexicano y una tormenta que arrasó el ferrocarril que venía desde Ciudad Hidalgo, una vía my usada antes por los migrantes.

José está de acuerdo en que el flujo de aspirantes a inmigrantes ha disminuido en relación con sus cuatro viajes anteriores a lo largo de esta ruta, el primero de los cuales hizo en 1998.

"Antes, era mucha gente. No sé lo que pasó. Recuerdo mi primera vez, encontré tal vez 700, o hasta mil personas, que iban en tren. Pero ahora, unos pocos, que no es nada. Esta casa, antes estaba llena y ahora apenas unas 70 personas, 80 personas ", explicó José.

José admite que realizar una búsqueda de trabajo en EE.UU. en medio de una recesión será difícil. Pero los que se enfrentan al viaje están de acuerdo en que van a encontrar algún tipo de empleo al norte de la frontera mexicana, y en que el riesgo del viaje está justificado.

Juan, otro salvadoreño, en su segundo intento de llegar a Estados Unidos, dice que sabe que las posibilidades de encontrar un buen trabajo cuando llegue serán mucho mejores que las que tiene en El Salvador.

"Recuerda que la situación en Centroamérica es difícil. Yo entiendo, alguien dijo, que la situación es difícil en EE.UU. Pero no se puede comparar a Centroamérica. Nunca. Sé que es duro, pero es más difícil en mi país ", explicó Juan.

El número de trabajadores indocumentados en Estados Unidos era de unos 12 millones en 2007, según el Pew Hispanic Research Center. De esa población, más del 10 por ciento se cree son Centroamericanos.

Investigadores dicen que la población de inmigrantes indocumentados ha empezado a disminuir en los últimos dos años, una baja que coincide con el comienzo de los 18 meses de recesión.

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