El aparente degollamiento de un rehén japonés a manos del grupo Estado islámico y su amenaza de dar muerte a otro, ha creado una crisis en Japón que podría polarizar aún más la opinión de sus ciudadanos sobre un plan de Tokio para desempeñar un papel más activo en la seguridad mundial.
El jefe de gabinete nipón Yoshihide Suga, dijo este lunes que su gobierno está trabajando estrechamente con el de Jordania para tratar de lograr la liberación del rehén japonés Kenji Goto.
Segun el secretario Suga, la vida humana sigue siendo la prioridad del gobierno japonés, así que desde esa perspectiva, están trabajando activamente con el gobierno de Jordania, jefes tribales y líderes religiosos así como con otras organizaciones.
El funcionario dijo que Japón no ha tenido contacto directo con el Estado Islámico, que el domingo colocó un video en Internet donde aparece Goto indicando que los militantes no quieren más un rescate en dinero a cambio de su vida, sino la liberación de una terrorista iraquí que guarda prisión en Jordania.
La mujer llamada Sajida al-Rishawi fue detenida en 2005 cuando los explosivos que intentó detonar no se activaron durante ataques terroristas en Amán.
