La empresa contratista que verificó los antecedentes de Aaron Alexis, sospechoso de la masacre en las instalaciones de la Armada en Washington, es la misma que autorizó a Edward Snowden a trabajar con la Agencia de Seguridad Nacional.
USIS, cuyas oficinas principales están ubicadas en Falls Church Virgina, se anuncia en su página web como líder en investigaciones de antecedentes para el gobierno.
De acuerdo a varios medios, USIS está bajo investigación porque las investigaciones de la empresa no fueron capaces de detectar las “banderas rojas” ni en el caso de Snowden, que terminó filtrando valiosa información secreta sobre los programas y procedimientos de la NSA, ni en el caso de Alexis, que padecía de serios problemas mentales y aun así fue contratado como contratista de la Armada en el Astillero Naval de Washington, donde mató a 12 personas.
Un análisis realizado por The Associated Press concluyó que el sistema de verificación de antecedentes y autorizaciones de seguridad del gobierno estadounidense es tan poco confiable que es virtualmente imposible investigar adecuadamente a casi 5 millones de estadounidenses que han obtenido esos permisos, y que tienen acceso a edificios militares y oficinas secretas gubernamentales.
De acuerdo a la AP, el sistema se enfoca en identificar a los postulantes como potenciales sujetos de chantaje o de ser persuadidos de vender secretos nacionales, pero no se fijan en la posibilidad de cometer actos de violencia.
El sistema se apoya de bases de datos incompletas y de una red de empresas privadas que ganan cientos de millones de dólares realizando estas verificaciones, a pesar de que sus investigadores algunas veces son procesados ellos mismos por mentir sobre las entrevistas que debieran realizar y que nunca hicieron.
USIS, cuyas oficinas principales están ubicadas en Falls Church Virgina, se anuncia en su página web como líder en investigaciones de antecedentes para el gobierno.
De acuerdo a varios medios, USIS está bajo investigación porque las investigaciones de la empresa no fueron capaces de detectar las “banderas rojas” ni en el caso de Snowden, que terminó filtrando valiosa información secreta sobre los programas y procedimientos de la NSA, ni en el caso de Alexis, que padecía de serios problemas mentales y aun así fue contratado como contratista de la Armada en el Astillero Naval de Washington, donde mató a 12 personas.
Un análisis realizado por The Associated Press concluyó que el sistema de verificación de antecedentes y autorizaciones de seguridad del gobierno estadounidense es tan poco confiable que es virtualmente imposible investigar adecuadamente a casi 5 millones de estadounidenses que han obtenido esos permisos, y que tienen acceso a edificios militares y oficinas secretas gubernamentales.
De acuerdo a la AP, el sistema se enfoca en identificar a los postulantes como potenciales sujetos de chantaje o de ser persuadidos de vender secretos nacionales, pero no se fijan en la posibilidad de cometer actos de violencia.
El sistema se apoya de bases de datos incompletas y de una red de empresas privadas que ganan cientos de millones de dólares realizando estas verificaciones, a pesar de que sus investigadores algunas veces son procesados ellos mismos por mentir sobre las entrevistas que debieran realizar y que nunca hicieron.
