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Diputados aprueban plan en EE.UU.


El presidente Obama dijo que es tiempo de mostrar el liderazgo que el país reclama.
El presidente Obama dijo que es tiempo de mostrar el liderazgo que el país reclama.

El plan del republicano John Boehner no cuenta con el apoyo del presidente estadounidense Barack Obama.

La Cámara de Representantes del Congreso votó a favor del plan de los republicanos para recortar y enfrentar la deuda nacional.

Con 218 votos a favor, el plan de John Boehner, el líder de los republicanos en la Cámara de Representantes, logró ser aprobado y ahora tendrá que ser presentada en el Senado, en donde la mayoría demócrata podría revertirla.

El proyecto prevé elevar el límite de endeudamiento de EE.UU. a cambio de más de $900.000 millones de dólares en recortes de gastos en los próximos 10 años.

El plan también ofrece aumentar el límite de la deuda nuevamente a principios del próximo año si Washington puede realizar más recortes de gastos.

Los demócratas se oponen a revisar el tema del techo de la deuda tan pronto, porque dicen que significaría una nueva ronda de discusiones políticas en medio de las campañas presidenciales y parlamentarias.

Boehner dice que Obama solo lo critica

En un discurso desde el Congreso, minutos previos a la votación, Boehner dijo que los demócratas sólo critican sus propuestas para resolver la crisis de la deuda nacional, pero no realizan una propuesta formal.

"He trabajado al lado del presidente (Barack) Obama desde el inicio de estas discusiones. Le he llevado ideas, propuestas, informes, pero lo único que he recibido han sido críticas a todos los planes. Pero en ningún momento ellos han propuesto un plan concreto", enfatizó Boehner.

"Intentamos hacer lo mejor para nuestro país, pero algunas personas continúan diciendo no. (...) 'Entonces' ¡pongan algo sobre la mesa!", exclamó Boehner con dureza.

El mandatario estadounidense por su parte pidió, horas antes, a los ciudadanos mantener la "presión sobre Washington", y continuar "haciendo oír su voz", durante una breve alocución que realizó este viernes 29 de julio de 2011 desde la Casa Blanca, en referencia al improductivo debate sobre el la elevación del límite de la deuda.

El mandatario afirmó que "esta no es una situación donde los partidos estén millas aparte" y reclamó hacer concesiones para lograr un acuerdo. "Por mi parte, vamos a continuar trabajando con republicanos y demócratas para llegar a una solución. El tiempo de poner al partido primero se ha acabado", advirtió.

"Si no llegamos a un acuerdo" antes del martes 2 de agosto de 2011, "podemos perder nuestra calificación de crédito de Triple A, no poque no podamos pagar las deudas, sino porque" se habrá demostrado que "no tenemos un sistema politico Triple A", afirmó el mandatario.

Obama reclamó que los congresistas asuman el hecho de que el debate no es sobre los gastos futuros, sino sobre los gastos que ya autorizó el Congreso y que se debe "pagar las deudas que ya generamos".

Recordó que el pasado lunes 25 de julio de 2011 "le pedí a la gente que hiciera oir su voz y la respuesta fue impresionante" con llamados y correos electrónicos a los congresistas. "Se los vuelvo a pedir", dijo el mandatario "para mantener la presión sobre Washington".

También el presidente estadounidense dijo que "es importante mostrar el liderazgo que el pueblo estadounidense reclama".

Reid pone plan a votación

Mientras tanto, el líder de la mayoría demócrata en el senado, Harry Reid, dijo que pondrá a votación el domingo 31 de julio de 2011 a la 1 de la tarde, su plan para recortar el gasto del gobierno en $2,4 billones de dólares y aumentará el límite de la deuda que permitirá financiar el gobierno´hasta fines de 2012.

En tanto, el mercado de acciones de Estados Unidos en Wall Street, cayó más de un 1% en las operaciones de este viernes, en parte debido a la incertidumbre sobre la deuda y el déficit.

A su vez, los republicanos en la Cámara de Representantes, siguen haciendo ajustes al plan del preisdente del cuerpo, el congresista John Boehner, aunque aún no logran acuerdo para someter a votación sin que los propios republicanos, sobre todo los representantes del movimienti ultraconservador Tea Party, voten en contra de la propuesta.

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