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¿Existe libertad de prensa en Chile?


Opinar libremente, denunciar injusticias y clamar por cambios es una libertad cada vez más amenazada.

En un país de 16.888.760 habitantes, como lo es Chile, la libertad de prensa si bien está establecida por la Constitución y es protegida por la ley, es imposible que exista dignamente por el sistema económico imperante, -"no es efectivo, hablar de una pluralidad en la prensa chilena"- comentó un ciudadano del mismo país.

Los medios de comunicación chilenos se financian mayoritariamente a través de la publicidad. Publicidades que brindan las grandes empresas, lo que crea una dependencia informativa en relación a la empresa que paga la publicidad.

La estructura económica de los medios de comunicación se definiría ‘oligopólica’, la mayor parte de los medios pertenecen a reducidos grupos que desde la capital del país (Santiago) controlan el mercado de la prensa.

Un claro ejemplo de esta concentración es que en Chile seis de los siete diarios de circulación nacional pertenecen a dos grupos económicos con una clara ideología común: Grupo Edwards (El Mercurio, La Segunda y las Ultimas Noticias) y COPESA o Grupo Saieh (La Tercera, La Cuarta y Diario Siete), salvo la Nación que es de propiedad pública.

Esto es denominado un duopolio, tal como lo señala Ken Dermota (2002) en su libro Chile, inédito, el periodismo bajo democracia, en donde califica al periodismo de interés particular.

Respecto al rol del estado, se cree que el mismo no tiene la estructura necesaria para acoger a periodistas con distintos pensamientos, por lo que "finalmente se van haciendo como una historia oficial", señaló el ciudadano.

La gente por su parte muchas veces se equivoca al creer que pluralidad significa variedad de medios de comunicación, y, o, muchos diarios o canales de televisión. Sin embargo, no están al tanto de que sus dueños pertenecen a una o dos empresas.

Según lo señala Abraham Santibañez, "el rol del estado es presentar una alternativa, una voz distinta; la intervención de este se plantea no con la propiedad de un medio, sino que con la generación de espacios y condiciones aptas para el pluralismo" y es justamente lo que el estado no ha concedido y por lo que se lucha todos los días, para que el estado acceda a la creación de medios o al aporte en inversión y dinero.

La libertad de expresión como mito

Los periodistas chilenos no tienen libertad de publicar lo que a ellos les parecen que son noticias u opiniones que les merezcan un hecho periodístico noticioso. Está absolutamente limitada su libre expresión.

Están sometidos a la línea editorial que determinan los propietarios de los medios de comunicación. Son profesionales sumisos al interés que el medio en el que están trabajando persiga.

La libertad de expresión es un mito, porque los periodistas no la puedan ejercer, mientras no exista pluralismo, variedad y accesos a medios sin discriminación, no puede haber auténticamente libertad de expresión.

Cabe destacar que es muy poca la información que fluye en sentido contrario de las que manejan los grandes medios de comunicación, un tema que también involucra a la reconocida “censura”, que consiste en cualquier intento de prohibir la información, los puntos de vista o formas de expresión como el arte o el habla vulgar, la cual comenzó a utilizarse en tiempos de la dictadura.

Alejandra Matus, periodista chilena, escribió en 1999 “El libro negro de la justicia chilena”. En él contaba las historias que había investigado sobre el actuar de los jueces de la Corte Suprema y de otros jueces.

En abril de ese mismo año, el juez de la Corte Suprema, Servando Jordán, emitió una orden por desacato contra la profesional y decretó la censura del libro en menos de 24 horas.

La justicia interpuso una orden de detención y Matus debió irse del país.

Una herramienta fundamental

Hoy en día los portales o blogs, son la nueva alternativa en Chile.

“Yo formo parte de dos editoriales por web de El Dinamo, que es un diario de liberales, y otro diario que es más de izquierda, por lo tanto actualmente las redes sociales son las que están acaparando y los formatos donde más se leen son Twitter y Facebook”, comentó nuestro entrevistado.

A raíz de eso, podemos decir que es indiscutible la importancia que tienen en la actualidad las redes sociales, podrían definirse como una herramienta fundamental para fomentar el periodismo y luchar contra la opresión.

Usted que cree, ¿Existe el duopolio pluralista?

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