A pesar de severos recortes en el gasto público a fin de conjurar una crisis de la deuda que ya desplomó las economías de otros países europeos, España podría estar al borde de su segunda recesión en tres años.
Aunque todavía no se dispone de estadísticas que lo confirmen, el ministro de Economía, Luis de Guindos, declaró al diario español El Mundo que en los últimos tres meses la economía nacional probablemente se contrajo.
El ministro se reunió en París con un grupo de bancos de inversión franceses, para explicarles las reformas que está poniendo en marcha su gobierno y para tratar de convencerlos de que España es todavía un país solvente.
A pesar de que según las últimas cifras disponibles, la economía se contrajo 0,3 por ciento en el último trimestre de 2011 y podría haberlo hecho otra vez este año, de Guindos aseguró que España no está necesitada de un rescate de parte del resto de sus socios europeos.
Sin embargo, analistas financieros no son tan optimistas y los costos de financiación del país para tomar préstamos se elevaron este lunes a su nivel más alto desde diciembre pasado.
La rentabilidad de los bonos españoles a 10 años subió por primera vez por encima del 6 por ciento debido a las dudas de que el gobierno pueda cumplir con sus compromisos para reducir el déficit.
El gobierno encara la titánica tarea de tratar de impulsar el crecimiento económico, en medio de un profundo malestar social ocasionado por recortes en la educación, la asistencia de salud y un desempleo que afecta a uno de cada cuatro españoles, el más alto entre los países de la Eurozona.
El Tesoro español dijo este lunes que espera colocar esta semana hasta 5.500 millones de euros en bonos de la deuda, en medio de un alza de la prima de riesgo para el país.
Aunque todavía no se dispone de estadísticas que lo confirmen, el ministro de Economía, Luis de Guindos, declaró al diario español El Mundo que en los últimos tres meses la economía nacional probablemente se contrajo.
El ministro se reunió en París con un grupo de bancos de inversión franceses, para explicarles las reformas que está poniendo en marcha su gobierno y para tratar de convencerlos de que España es todavía un país solvente.
A pesar de que según las últimas cifras disponibles, la economía se contrajo 0,3 por ciento en el último trimestre de 2011 y podría haberlo hecho otra vez este año, de Guindos aseguró que España no está necesitada de un rescate de parte del resto de sus socios europeos.
Sin embargo, analistas financieros no son tan optimistas y los costos de financiación del país para tomar préstamos se elevaron este lunes a su nivel más alto desde diciembre pasado.
La rentabilidad de los bonos españoles a 10 años subió por primera vez por encima del 6 por ciento debido a las dudas de que el gobierno pueda cumplir con sus compromisos para reducir el déficit.
El gobierno encara la titánica tarea de tratar de impulsar el crecimiento económico, en medio de un profundo malestar social ocasionado por recortes en la educación, la asistencia de salud y un desempleo que afecta a uno de cada cuatro españoles, el más alto entre los países de la Eurozona.
El Tesoro español dijo este lunes que espera colocar esta semana hasta 5.500 millones de euros en bonos de la deuda, en medio de un alza de la prima de riesgo para el país.
